Tras perder a su novio a causa de una enfermedad terminal, Yoon Jeonghan se ve atrapado en un mundo sin sentido, lo único que lo mantiene con vida es saber que el corazón de Jisoo late en el cuerpo de alguien más a petición suya.
Años más tarde, di...
⚠️ADVERTENCIA⚠️ EL CAPÍTULO QUE ESTÁ POR LEER INCLUYE CONTENIDO +18 DE MALA, MUY MALA CALIDAD. VAYA CON CUIDADO.
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Jeonghan sintió una punzada en el pecho cuando notó la expresión asustada de Joshua. Lo que menos deseaba era hacerlo sentir incómodo debido a todo lo de su pasado, así que sonrió antes de abrazarse a él y depositar un beso en su cuello.
Joshua respondió a ese estímulo estremeciéndose, pero no despreció el contacto. Contrario a eso, aferró sus brazos alrededor de las caderas de Jeonghan y deslizó sus manos poco a poco recorriendo su espalda.
Nuevamente sus labios se unieron en un suave beso, dejando todas esas preocupaciones a un lado. Jeonghan había pensado en el pasado que quizá, cuando viese por sí mismo la cicatriz de Joshua tras el trasplante de corazón, se sentiría triste o algo así, pero ahora se daba cuenta de lo que aquello significaba.
Esa cicatriz era la prueba invaluable de que Joshua estaba ahí, con él, regalandolé la oportunidad de amar y ser amado una vez más. De vivir otra vez y compartir nuevas y especiales experiencias y eso era el mejor privilegio; por lo cual, no pudo pensar en nada más que en Joshua besando sus labios y acariciando su piel, encargándose de enterrar hasta los más profundo todas esas preocupaciones.
Todos esos pensamientos desaparecieron sin necesidad de palabras. Nuevamente eran solo sus labios en contacto con los adversos hablando por ellos y no necesitaban nada más.
Jeonghan deslizó sus manos con lentitud, acariciando delicadamente todo a su paso mientras Joshua suspiraba aún entre sus labios sin saber exactamente qué hacer más que dejarse llevar. Las manos de Jeonghan finalmente llegaron a los pantalones del chico y sin previo aviso, fue desabrochando la prenda con cautela, esperando que Joshua no le detuviese.
Para su tranquilidad, aquello no ocurrió, pues contrario a lo que Jeonghan esperaba, Joshua imitó sus acciones, por lo cual, más temprano que tarde, las prendas inferiores de ambos cayeron al suelo, revelando sus cuerpos en su totalidad solamente para permitirse admirar al contrario sin culpa alguna y con aquella fascinación dibujada en sus ojos.
No pudieron contenerse más, así que unieron sus siluetas para regalarse otro apasionado beso, esta vez sintiéndose en toda su totalidad. Las palabras sobraban, pero aún así no desaprovechaban ninguna oportunidad para susurrarse dulcemente en el momento en el que sus labios daban tregua a los adversos.
A pasos lentos se dirigieron a la cama y Jeonghan se recostó, haciendo que Joshua se posicionase sobre él para continuar con aquel dulce contacto de besos y caricias que parecían hacer que el mundo se detuviese.
Las acciones de Joshua se detuvieron de repente y Jeonghan lo miró en busca de una respuesta que obtuvo al instante en el que vio la inseguridad en los ojos del chico.
—¿Estás bien?—Jeonghan cuestionó preocupado.
—Lo siento…—Joshua dijo casi en un susurro al mismo tiempo que se sentaba en la cama.
