El conjunto de vivencias colorean tu corazón hasta alcanzar una gama determinada, el cual, definirá todos tus pensamientos, sentimientos y preferencias. Para poder comprender el color, debemos entender de dónde proviene.
¿Qué es lo que reside en el...
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Título: Mi estrella
Personajes utilizados & Fandom: Shoto Todoroki y Momo Yaoyorozu de Boku no Hero.
Advertencias: AU
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Con cada paso que el tiempo daba el cordón que la amarraba con los suyos soltaba uno más de sus hilos; pero también provocaba que los velos terminaran de caer y las dudas, que la juventud ocultaba tras el amparo de la inocencia, desaparecieran.
Yaoyorozu regresaba apurada del trabajo para acicalarse y esperar a Todoroki, aunque normalmente se encontraba con que él no llegaba para cenar. Jirou y Uraraka se movían con sigilo para no alterar aún más los frágiles nervios de su amiga y, ante la falta de atención, se hicieron cargo de las tareas domésticas.
No era necesario que escucharan conversaciones, tampoco que indagaran; los nervios que acosaban a la mujer era una ansiedad agobiante, nacida de las experiencias repetidas y de las ausencias.
Todoroki salió del auto, elevó la vista hacia la fachada de la casa repitiéndose hasta el cansancio que era un hombre y que, independientemente de su antigua novia, su nueva chica se había convertido en la pasión que valía la pena vivir. Hoy cumplían un año de novios, quería que fuera algo muy especial. Abrió la puerta especulando el alcance de la dádiva que debía ofrecer.
Entregaría algunos besos para mitigar la culpa y sepultar los reproches, a cambio de volver a sentirse joven en los brazos de una mujer maravillosa. Tardó mucho en llegar a su casa, sabía que algo habían hablado acerca de él.
Momo lo intuía; la repetición de los hechos eran señales claras; enceguecida por la ilusión de deslumbrarlo y retenerlo se escudó en su esperanza, pretendiendo elegir sensuales y glamurosos vestidos para esa noche, flotaba entre nubes de gasas con perlas engarzadas sobre un corsé.
Con sólo dos pasos, llegó hasta donde se encontraba Todoroki y le cogió por las solapas de la chaqueta.
—Te quiero.
Fue la primera vez, y él, pasados unos segundos de perplejidad en que tuvo que pensar cómo podía existir una declaración de amor tan literal entre ellos dos, se escuchó murmurar:
