Capitulo 1

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Bajaba las escaleras de su casa ataviada con el vestido de dama color rosa que su madre y su hermana menor habían insistido tanto llevara para ese gran día, Laura no era de las que eran aficionadas a llevar ese tipo de vestidos que la hacían sentir y verse ridícula, aunque en realidad no se viera así, sin embargo ella no era el tipo de mujer que estaba acostumbrada a llevar un vestido puesto del diario, además de que no era una fanática al color en cuestión que vestía aquel día. Era la boda de su hermana y Laura tendría que llevar ese odioso vestido junto a dos mejores amigas de Claudia, quién estaba felíz y nerviosa por su boda, la pobre se la había pasado el día anterior sin poder probar bocado, dando vueltas de aquí y ahí, como si fuese una pirinola mientras Laura solo la veía fatigarse sin que nada más le importase que la boda y su futuro esposo, el cuál por cierto adoraba a su hermana con todo y su mal genio que se cargaba a veces, Laura solía aguantarla algunas ocasiones y otras simplemente se ponían a discutir pero nada que no pudieran solucionar entre ellas, pero sin duda Claudia era muy enojona y celosa, sobre todo celosa con el pobre Pablo, solía hacerle dramas si él no respondía rápido a sus mensajes y sobre todo si Claudia miraba que estaba en línea, Pablo sabía que no debía dejarla esperar menos de un minuto porque ardía Troya, lo cortaba y tenía que hacer más de mil cosas para remediar su "pecado" de haberla ignorado, Laura se reía de lo tóxica que era su hermana y de lo adicto que era Pablo a aquella dulce y maniática tortura en la que su hermana menor Claudia lo sometía, pero en sí, ambos eran felices y se querían, Claudia soportaba lo tarado y desesperante que podría llegar a ser Pablo en ocasiones, pero él era una buena persona, no era el más guapo pero tenía un buen corazón y su padre lo había llegado a aceptar más que al restó de los novios que Claudia había tenido.

-Hija mía eres tan guapa - le dijo Lilia su madre que la esperaba con su padre Jorge junto a las escaleras a ella y a su hermana.

-Más bien me veo ridícula - exclamó Laura fastidiada de sentirse ridícula.

-Solo son tus ideas - continuó Lilia su madre mientras la hacía que girará para verla - ¡eres hermosa! Haber si ya encuentras a al hombre de tu vida.

Si, Laura se sentía miserable y tonta por llevar ese vestido, ahora con el comentario de su madre se sentía mucho más, tenía veintinueve años y jamás en su vida había hecho el intento de tener novio, ella no era la típica mujer que estaba en busca de un hombre para formar una familia, hijos y esposo que atender, quedarse en casa cuidando de los niños y haciendo los deberes del hogar como su madre lo hiciera, pero Laura no quería esa vida, ella no se veía como ese tipo de mujer y no es que hiciera menos a su madre por dejar todo para cuidarlas a ella y a su hermana, atendiendo a su padre y al hogar, de hecho ella agradecía el sacrificio de su madre, realmente el de ambos, pero Laura sabía perfectamente que a ella no le iban los hombres sino las mujeres, pero nunca había intentado ligar a una, tampoco había dicho a nadie de sus preferencias por miedo a que la mirarán de otra manera ya que de por sí la consideraban rara por ser menos social, no es que fuera antisocial, simplemente es que Laura podía ver qué tipo de persona era cada una de las que le rodeaba y simplemente le parecían falsas y superficiales optando mejor por no darles más importancia que la necesaria.

Cómo en una ocasión una señora vecina de ellos intento meterle a uno de sus hijos, a la mujer le había dado por ir de visita con toda su familia cada domingo y a Laura le fastidiaba tener ese tipo de visitas, sobre todo porque la señora no paraba de hablar del teto de su hijo, mientras que ella tenía que estar allí sentada con las visitas y para colmo un día tuvo que aceptar la invitación al cine que el teto vecino le hiciera con evidente nerviosismo tartamudeando y que ella rechazo inmediatamente sin dudar, pero que sus padres le dedicaron cierta mirada de advertencia sobre sus respectivos modales que sin más remedio y llena de enojó acepto, la ida al cine fue acompañada de su hermana quién al parecer fue la única que lo disfruto por ambos lados, ya que vio la función y más tarde se burló de Laura hasta que de sus ojos salieron lágrimas y le dolió el estómago, pero tras aquello y de unas visitas más la señora perdió el interés cuándo entendió y vio que Laura no estaba ni en lo más mínimo interesada en su retoño.

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