R de Remadora

S de sentimientos

Sirius estaba de pie esperando a Remus llegar, sabía lo incómodo que sería la estúpida entrevista. Había mandado a Mundungus por la comida favorita de Remus que ya estaba servida en el comedor esperando por él.

-Hola viejo, ¿cómo estuvo?
-No fue más amable, estoy muy avergonzado para hablar, iré a dormir.
-No, espera, tienes que comer conmigo, vamos... ¡pasta!
-¿Del lugar mugroso?
-Exactamente, vamos.

Remus solto un suspiro que no se había dado cuenta que estaba conteniendo, ambos caminaron con cuidado de no despertar a la señora Black.

-Y no sabes qué fue lo peor.
-¿Le dijo que sí?
-No -Remus reía ampliamente-, le dijo que tenía una cita.
-En ese momento entrabas tú, Lunático. Con algo heroico, como 'sí, conmigo' y la besabas o algo.
-Llevaba un gafete en rojo con la palabra "Hombre lobo", además está enojada conmigo porque no le dije.
-¿Qué pasó anoche?

Sirius sabía que ahora los campos de fuerza de Remus estaban abajo, tenía que aprovechar.

-En realidad nada, simplemente jugamos veinte preguntas -la cara de incredulidad de Sirius hizo que Remus sonriera-, nos hacemos veinte preguntas y ya.
-¿Hablaron de lo que sienten?
-Canuto, creí que había sido algo de adolescentes, algo pasajero, que nos causaría gracia cuando volviéramos a hablar de ello, pero...
-No fue así.
-No, no lo fue. Y es que ella es increíble, cuando entra a una habitación simplemente quieres ser su amigo, es esa persona que te va a alegrar el día y te sacará una sonrisa. Su energía logra cambiar toda la habitación, incluso cuando Snape está aquí y todo eso es lo que le ha hecho a mi vida. Ella me hizo la entrevista.
-No puede ser, pero que suerte la tuya.
-Lo sé, pero aún así se las ingenió para lograr que sea una de las entrevistas más tranquilas que he tenido.
-Deja de ser un tonto. Lupin, la vida cambia en un minuto, ¿vas a desperdiciar esto?
-Ese es mi punto, Sirius -dijo Remus tomando un poco de agua-, exactamente mi punto, ella se merece a alguien mejor que yo.
-Sin embargo, ella está soltera, aquí, mirándote como si fueras la fuente de Ponce de León, ¿no crees que está esperando por ti? Porque es una mujer hermosa, pretendientes no le hacen falta.
-Estamos sacando especulaciones, no sabemos si ella siente lo mismo.
-¿No sabemos o no nos queremos dar cuenta?
-Un poco de ambas si te soy honesto.
-Nunca tuviste algo como ella y nunca lo tendrás, si Marlene estuviera aquí, Remus... si ella no hubiera, yo daría otros doce años por estar con ella.
-Canuto, ella te amaba, como tú a ella. Te gritaba la mayoría del tiempo, ¿pero quién no?

Sirius dió una simple sonrisa triste y sacudió la cabeza, sabía que tenía que aprovechar a que Remus estuviera tan hablador.

-Gracias. Ahora, creo que tienes que descansar, yo también lo haré. Merlín, estamos tan viejos que tenemos que dormir después de una comida.

Remus soltó una carcajada y se tapo la boca de inmediato, aunque no fue suficiente, los gritos de la señora Black ya resonaban por todos lados.
Remus se levantó de un brinco por un pequeño murmuró cerca de su oído.

-Sucio subnormal, cómo se atreve a dormir en la cama de mi amo, un hombre lobo, una bestia.
-Kreacher, no entres a mi habitación cuando estoy aquí-, Remus se tocaba el corazón.
-Su habitación, sucio asqueroso, Kreacher volverá más tarde cuando ninguna sucia criatura esté aquí.
-¡Pues fuera de aquí!

Remus no acostumbraba a gritarle a Kreacher, pero con pocas horas de sueño y la manera en la que había sido despertado, era lo mínimo que podía hacer.
Revisó su reloj, tenía el tiempo suficiente para arreglarse.

Cuando estuvo listo salió de su habitación y cuando escuchó que en la de alado Tonks gritaba con la puerta entre abierta.

-¡...Y no estoy usando un tono inapropiado ni mucho menos altanero, simplemente es mi alergia a la gente inútil! Con mis mejores deseos la bruja loca del edificio.
-¿Mal momento?
-Tengo un problema con mi regadera, el plomero dijo que lo haría hoy, no lo hizo, es más, lo dejo peor ahora no tengo agua caliente y mi baño está inundado, hablé con Sirius, tendré que pasar unos días aquí.
-Pero ayer estaba en perfecto estado, ¿qué hiciste en el baño, Nymphadora?
-Pensar en ti -contestó Tonks divertida.