Capítulo I

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En aquel pueblo bello, calmado, pacífico y rodeado de vegetación, donde las personas que lo convocan disfrutan de su estadía y ambiente acogedor; se encuentra un habitante, muy peculiar por la calidad de sus comidas, el cual tiene un restaurante de comida italiana en los recintos de Morioh.

El chef se había mudado hace poco tiempo a ese pueblo, por el simple hecho que se le hacía muy cómodo y bastante perfecto para poner a prueba sus maravillosas comidas hacia sus clientes, que ansiaban cada vez por otro platillo. Se estaba dando a conocer gracias a su fama de los mejores alimentos frescos, postres y bocadillos italianos que jamás habían probado durante toda su vida.

Los que viajaban desde los lugares más alejados, o de igual manera, de los lugares más cercanos; se impresionaban por los sabores exquisitos que contenían cada platillo servido por las manos perfectas del chef. Cada cliente que ha tenido la oportunidad de probar sus comidas, admiraban como a un dios a ese adulto respetuoso y culinario por la perfección de los majares, y de la misma manera, que solamente él lleva a cabo su restaurante. Sin empleados, sin ayudantes, sin nadie más que sea solamente el chef.

"Trattoria Trussardi"  la recomendación número uno de los habitantes de Morioh, incitando a cada quien que se atreviera a visitar su pueblo, debían de probar sí o sí los manjares del italiano; y ni se diga de la gente que volvía a sus hogares de otro país, comentaban con tanta devoción sobre la comida de ese sujeto a los familiares, amigos y conocidos, haciendo que su fama creciera cada vez más y más, tanto de él como del pueblo. Los grandes comentarios que recibía, su orgullo se elevaba al cielo, volviéndolo intocable en su momento. La ayuda de las críticas positivas y negativas, le hacían mejorar su rendimiento como cocinero para el público, ya que la competencia de los restaurante de Morioh, es extremadamente alta y competitiva.

Ese fue otros de sus objetivos por el cual decidió vivir y poner su restaurante en esas tierras. Sentir la experimentación de sus competidores, llenarse de ánimo cuando otros restaurantes lo reconocen y sacarse de quicio por quien será el mejor, y saber quién será el próximo perdedor. Todo eso y más, lo hacía sentir vivo. Y claro, la impresión de aquellos cocineros que lo han conocido, llegaban al gran respeto.

Y gracias a su conocimiento esotérico ante las técnicas de curación, como la lectura de la palma; ha podido crecer en mayoría por diagnosticar las dolencias de sus clientes. Se llenaba de orgullo de haber estudiado el arte medicinal chino, el amazónico junto con las investigaciones de las hiervas curativas africanas; ha progresado como el buen hombre y artista culinario que es. Sus selecciones de ingredientes oscuros a sus platos, lo han llevado al delicioso manjar del alivio que sus clientes presentan con las dolencias en sus interiores, siendo desde el dolor más pequeño hasta el más grande.

Su comida es un milagro, una curación, una salvación para todo aquel que tuviera la dicha de probarla y donde siempre abunda la pregunta del "¿Por qué?".

Y lo más curioso y llamativo para las personas, es que ese lugar nunca y jamás ha llevado un menú específico que ellos pudieran elegir. Las visitas, que han sido mayores, han comentado que el platillo siempre es decidido por el gran chef, después de haber hecho la examinación de manos para determinar cuáles son las dolencias de sus clientes.

...

La radio del pequeño Morioh ha empezado a dar sus melodías matutinas, dándole la bienvenida al resto de los habitantes que ya se encontraban despiertos. Las personas estaban con sus tareas rutinarias, el locutor de la radio animaba el humor de aburrimiento de todo aquel que lo escuchara, con las palabras de aliento correctas para que las mañanas fueran algo más tranquila y no tan perezosas.

Delicioso pastelillo (Tonio Trussardi x Jotaro Kujo)Kde žijí příběhy. Začni objevovat