CAPÍTULO 4

49 3 0
                                    


 —¡Chicos! ¡Silencio, por favor! -dice Natalia, nuestra profesora de filosofía- Si no os calláis volvemos a clase y continuamos dando con el tema.

Cuando dice eso, el ruido disminuye pero todavía se sigue oyendo un ligero murmullo. De verdad, no callan nunca. Y encima estamos en la capilla del colegio y se oye mucho más.

Hoy es 17 de diciembre, y mañana realizamos la función de navidad del colegio para las familias. Desde hace unos años, decidimos hacer un Belén viviente, que para los que no saben en qué consiste, básicamente es que cada uno representa un personaje y vamos recreando distintas escenas del nacimiento de Jesús por el colegio. Y claro, estamos todos quietos.

Nosotros, los de primero de bachillerato, hacemos algo distinto. En la iglesia están María, José y Jesús, y nosotros hacemos una especie de baile de adoración por el pasillo de la iglesia. Y eso es lo que estamos ensayando ahora. La mejor parte es que ensayamos en las horas de filosofía, por lo que llevamos unas semanas perdiendo bastante clase.

La función es mañana y estamos haciendo el último ensayo. Primero ensayamos nosotros y luego la otra clase. Pero como si fuese el primer ensayo, porque cada uno va a su ritmo. Estamos colocados en dos filas y llevamos una vela en la mano. Damos unos pasos, nos paramos y nos ponemos cara a cara y movemos la vela hacia delante y luego hacia atrás dos veces, y así hasta que llegamos al altar y nos vamos colocando alrededor. Claro, se necesita coordinación para que quede bien.

—Venga, chicos. Una vez más y cambiamos -dice Natalia.

Suena la música y empezamos.

Bueno, no ha sido el peor ensayo. En general hemos estado coordinados. La parte final seguimos sin hacerla coordinados, pero bueno, que salga como sea.

Cuando terminamos, se preparan los otros y nosotros nos sentamos a mirarles. La verdad, están más callados que nosotros y lo hacen un poco mejor.

—¡Vamos, todos para clase!

Ya veremos cómo sale mañana.

¿Qué hora es? Las 5. Bueno, vamos a ir preparándonos, y si termino pronto, ya sigo viendo el partido de Thiem y Nadal (para hacer tiempo me puse a ver uno de los pocos partidos que hay completos en YouTube de Thiem, el que jugaron el año pasado en cuartos de final en el US Open)

Dentro de una hora es la función, y tengo que vestirme, que he quedado con Estela para ir juntas hasta el colegio, ya que tenemos que estar allí un poco antes.

El vestuario es una camisa blanca, pantalones negros y zapatos blancos o negros. Y la vela, claro. Decido hacerme dos trenzas, y me pongo un poco de rímel y una pintalabios de brillos.

Mi madre me ha dicho que va a ir a verme, y Cris va a ir con Luis para vernos. Hay dos turnos, y los padres pueden decidir cuál les viene mejor: en el primero lo hacemos nosotros, y en el segundo la otra clase. Entonces, Luis ha quedado con Cris para venir antes y verlo.

Cuando llegamos, vamos a nuestra clase a dejar las cosas y a prepararnos. Ya están allí muchos de nuestros compañeros.

Como esta representación es al final del recorrido, no bajamos hasta que las familias no estén en la Iglesia.

Cuando nos dicen que los padres ya están empezando a entrar en la Iglesia, salimos al pasillo para colocarnos ya en orden e ir bajando. Me pongo al lado de mi amiga Sinay, que es mi pareja.

En los últimos minutos encendemos las velas y llegan los últimos rezagados. Ya estamos listos para cuando nos digan que podemos bajar.

--Vamos, chicos. Vamos a ir bajando ya, así que en silencio a partir de ahora -nos indica Natalia.

Find your way [Spanish]Where stories live. Discover now