Ramelteon (Rozerem)

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"Infeliz es quien piensa en su infancia y solo evoca recuerdos de miedo y tristeza"

- H. P. Lovecraft

Un joven mexicano de ojos color azul profundo lloraba desconsoladamente, el americano que lo observaba podía sentir el terrible dolor del pobre chico

—¿Por qué USA? ¿Por qué lo haces? Yo no entiendo. A veces me amas, a veces me odias... ¿Qué quieres de mí? Yo te amo, con toda mi alma, pero tú...— intentaba limpiar sus lágrimas de una forma casi vergonzosa. Su mirada le aterraba. 

—¿De verdad te importo?

Claro que sí, para él, el tricolor era lo más importante en su vida.

El chico se le acercó, pegándose a su pecho intentando abrazarlo, como lo hacía cuando dormían juntos

—Yo sólo quiero que estés para mí, así como yo voy a estar para ti

Estaba a punto de corresponder el abrazo cuando México se desvaneció para después volver a aparecer, esta vez lleno de golpes y moretones, portaba la bandera de Nueva España

—¿Recuerdas cuando me contaste de tu nuevo nombre? —dijo escribiéndolo en la tierra con un palo— "Estados Unidos de América" —sonrió— suena imponente ¿no? Quiero tener un nombre que imponga también, no quiero ser sólo "Nueva España"

Trece Colonias notó la determinación de Nueva España por primera vez.

Estados Unidos Mexicanos

La infancia de ambos, llena de dolor y traumas que pueden ocultarse, pero no olvidarse, eso jamás. Las marcas que quedaron nunca se irían de ellos.

Aquellos recuerdos, cuándo se destruyó todo lo que era para ser gobernado por una potencia que lo había proclamado como suyo por el simple hecho de tener más poder.

A veces tenía pesadillas. Pesadillas en las que UK deja de ser su aliado y se vuelve su dueño, cuando el sonido de las cadenas era lo único que podía escuchar de noche.

Lloraba, por tener que cargar con el peso de sus traumas, todavía podía sentir la ira de los nativos que fueron "civilizados" aquella ira que lo consumía y lo hacía caer en desesperación.

Se reflejaban en su presente, en sus acciones y en sus pensamientos.

—Nunca tuve un constante en mi vida, todos siempre parecían alejarse de mí cuando más lo necesitaba

Recuerda ese momento, su primera cita, el chico tenía los ojos de un color café oscuro, casi negro, no muy bonitos en realidad, pero si poseía una sonrisa capaz de enamorar a cualquiera sin mucho esfuerzo

—Quiero que tú seas un constante en mi vida, alguien que pueda tener siempre a mi lado, alguien que no me deje nunca, y que yo nunca le deje


—Gringo— escuchó a sus espaldas

Cómo odiaba ese apodo, le parecía una ofensa que le hacía enfurecer ¿gringo? ¿de verdad? Años peleando para hacerse un nombre y viene un idiota a insultarlo con "gringo" México sabía lo mucho que detestaba eso

I hate people calling me like that (Odio que me digan así)— el mexicano sólo mantenía una sonrisa tétrica. Le parecía que lo hacía para burlarse

—¿Qué tiene de malo gringo? Eso eres ¿no? Un gringo que se mete en dónde no lo llaman. Que cambia las cosas a su conveniencia y que se impone— sonrió

That's not true (No es cierto)— le avergonzaba esa parte de su personalidad. Aquella que lo hacía involucrarse dónde no lo llaman, que lo obliga a ser "el héroe del mundo"

ABSTINENCIA (USAMEX)Where stories live. Discover now