Capítulo 8.

4.6K 405 50
                                    

—El año pasó muy rápido, ¿eh? —comentó Pansy.

—Sí, casi ni lo pude procesar —respondí—, aunque siento que desperdicié mucho este año... quiero decir, parece que todo esto fue puro relleno en mi vida y no ha pasado nada interesante.

—¿Cómo que no ha pasado nada interesante? Me conociste a mí, eso es lo más interesante que harás en tu jodida vida.

Solté una carcajada y la miré.

—Sí, Pansy, es de las mejores cosas que me pasó este año.

Ella me sonrió y siguió mirando a Blaise y Theodore.

—¡Jade! ¡Jade! —gritaron mientras corrían dos cabelleras de un flameante anaranjado hacia mí.

—Agh, las comadrejas. Me largo —bufó Pansy con tono despectivo y se fue con los chicos.

—Hola, fotocopias.

—Tienes que venir con nosotros —exclamaron al mismo tiempo y me empezaron a jalonear.

Corrimos al castillo —yo siendo jaloneada por ambos para caminar más rápido— y me metieron en un salón completamente vacío.

—Esta noche hay luna llena —comentó George.

—Y nosotros logramos hacer esta poción sin que Snape se enterara —dijo Fred sacando un frasco del bolsillo de su túnica.

—Hermione no estaba de acuerdo, pero Harry y Ron le dijeron algo sobre Hagrid y un hipogrifo por lo que los tres se fueron de la Sala Común —me dijo George.

—Y como sabemos que tú no le haces mucho caso al toque de queda ni a las advertencias de los profesores sobre Sirius Black y blah, blah, blah, dijimos, ¿por qué no darle esta poción? —sonrió Fred.

—Te ayudará con tu tema de Malfoy. Sinceramente, no nos cae bien, pero tú sí, así que esto lo hacemos por ti, no por él.

—Es una poción para la memoria. No prometemos que suceda algo increíble, pero, por lo que nos contó Hermione, puede que te ayude al menos un poco.

Fred estiró su mano y me dio el frasquito con la poción dentro. Lo miré por unos momentos, y luego a ellos, que me sonreían.

—Que Dios esté conmigo —susurré y tomé el líquido.

Después de tragármelo, sentí un intenso cosquilleo por todo el cuerpo, y mis párpados eran pesados. Todo me daba vueltas, y me sentía muy, muy liviana, como si estuviera flotando.

Me sentía, me sentía... me sentía drogada.

Sentí una punzada de dolor en la cabeza, y un recuerdo vino a mí.

"—¿Cómo dijiste que se llamaba el hijo del señor Malfoy, mamá?

—Draco —me respondió mamá con cansancio—. Ahora, sé una buena niña y acomódate el vestido, que pareces una mamarracha.

—¡Sí mami!

Estiré un poco el vestido y lo limpié con mis manos.

—¿Así está bien, mami?

—Sí, hija —respondió ella sin verme—. Ya llegamos. Recuerda lo que te dije.

Nos bajamos del auto que hace poco le habían regalado a mis padres y me quedé embobada admirando la mansión frente a nosotros.

—Camina, Jadounette —insistió mi mamá por lo que le hice caso.

Entramos a la casa y mi papá se veía muy serio. A veces me daba miedo, las veces que estaba así de serio era cuando yo hacía algo mal y me regañaba.

Monamour. |Draco Malfoy|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora