O3

4.1K 650 244
                                    

Al día siguiente, en la escuela, Saiki intentaba actuar como de costumbre. Pero ciertamente se sentía algo avergonzado frente a Kaido, recordando lo bien que se sintió haber pasado tiempo con él ayer. Así que no le quedaba de otra más que evitarlo.

Lo gracioso era que tenía la misma cara seria de siempre. Pero por dentro, estaba teniendo un colapso.

–Y sabes, Aren... ¡Ayer me encontré con un gato en mi ventana! –exclamó con emoción. –Era uno blanco. Quisiera adoptarlo, pero seguro mamá me mataría. –dijo el peliceleste con cierto tono de decepción. Sus cambios de humor eran increíbles.

–¿Y por qué no lo tienes a escondidas, Shun? Puedes alimentarlo y hacerlo dormir en tu cama. Al menos yo haría eso. –le sugirió Kuboyasu, tratando de animarlo. Sabía de sobra que a su mejor amigo le encantaban los felinos.

–¡Buena idea, Aren! –chilló entusiasmado, abrazando por el cuello al mencionado. –Realmente espero verlo de nuevo.

Saiki escuchó todo, claramente. No sabía cómo sentirse al saber que Kaidou quería adoptarlo. Si supiera que era él...

Yare yare.

[...]

La jornada escolar terminó y cierta persona estaba ansiosa de ver a dicho gato. Incluso, había pasado a una tienda a comprar un sobre de comida para gatos.

Finalmente llegó a su casa, quitándose los zapatos y subiendo rápidamente a su habitación, pero no vio a nadie en la ventana. Asomó su cabeza y vio al felino caminando por debajo, a lo que él le llamó para que fuera con él.

–Ven, gatito, gatito. –pronunció dulce y suavemente.

Saiki se deleitó con sus palabras. No perdió tiempo y subió hasta donde estaba Shun, que esperándolo con emoción.

–¡Hey! Eh... Creo que necesitas un nombre. –el gato maulló y Kaidou lo tomó como un "sí". –Bien, hay que llamarte... ¡Sai! Sí, porque me recuerda a una persona especial.

No lo podía creer. Sabía que con persona especial, se trataba de él. No sabía cómo reaccionar.

¿Por qué este tipo de sentimientos tenían que ser tan complicados? No lo entendía.

Yare yare.

El chico de ojos carmín alcanzó el sobre de comida, lo abrió por un costado para que el mismo sobre funcionara como plato.

Kusuo se acercó a oler la comida, probándola sin apuros. Hasta que comenzó a comerla, poniendo contento al chico con el que se encontraba.

–¡Es bueno que te gusten! Compraré cada que vengas.

Maulló feliz como respuesta.

Nunca lo admitiría siendo Saiki, pero la comida para gatos era realmente buena.

[...]

–¡Aren, Aren! –gritó Kaido.

–¿Sí, Shun?

–Ayer... –comenzó su anécdota de lo que había pasado, con un tono feliz.

–Hey chicos, ¿por qué no fueron a comer ramen conmigo ayer? –apareció interrumpiendo de la nada Nendo, con el mismo nivel idiotez de siempre.

Nuestro chico psíquico observaba todo a lo lejos, con una leve sonrisa en el rostro.

Yare yare.

Gatito, gatito. [Saiki x Kaido]Where stories live. Discover now