✨Un Deseo a la Estrella✨ Corregiendo

𝙲𝚊𝚙𝚒𝚝𝚞𝚕𝚘 𝚘𝚌𝚑𝚘: 🌠𝙿𝚊𝚜𝚊𝚍𝚘 1/2🌠

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—La Bolivia lascia il pranzo nello zaino—

Agarraba una espátula en su mano derecha y la izquierda una mochila pequeña que tiene el diseño de dragon balls con un doki doki.

La casa se llenaba de mucha bulla, niños corriendo, adolescentes hablando por el celular o comiendo en la gran larga mesa rectangular que había, una hermosa casa para una familia muy grande.

Un señor de aspecto medio muerto con ojos marrones como el café y un cabello corto hasta las orejas con piel morena, se hacerca a la cocina con ganas de beber ese néctar maravilloso llamado agua, entró en la gran puerta para después dejar su maletin en la mesa y caminar directo al joven de ojos verdes limón con cabellos rizados castaños y piel flaca pero muy blanca como la nieve.

El estaba ahí cocinando huevos revueltos en la sarten con un pan que se frie a su costado con tocino, su mirada seguía en la sarten hasta que sintió unas manos frías en su caderas.

—Hola mi amor~—su voz ronca penetraba la piel del joven

—Sei ubriaco—susurro—Vai a dormire e lasciami andare—dijo frío sujetando la espátula

El mayor soltó el agarré qué le hizo a su "Esposo", claro, Esposo el quiere creer eso pero no venimos hablar sobre la pareja, no no, estamos hablando sobre alguien.

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El joven de mechones marrones con combinación de color negro fuerte estaba tirado en su cama mirando el techo, sus ojos color negro se fijaban en el techo y al veces pensaba en cosas triviales en su cabeza "La arma para matar a un humano es otro humano".

Su cuarto estaba bien oscuro, hojas tiradas en el suelo, pantalones hasta bóxer, paredes cubiertas de hojas o poster de notas musicales o anime de su querida "amiga". El viento era embriagador, las cenicas del cigarrillo reposaban en la mesita de noche del joven.

La cama se sentía a alguien que se movía con delicadeza, claro, si la delicadeza es que se siente y se mueva para buscar algo.

—Hay que repetirlo pero está vez en un motel ok? —habló mientras se ponía sus pantalones

El de ojos negro no dijo nada ya que este intento levantarse para buscar un poco de ropa, su cuerpo frágil con chupetones, mordidas notorias y unas cuantas gotas cristalinas salían de sus piernas.

Solo el joven de color cabello blanco con mechones marrones silbo al cuerpo qué llevaba el joven este al escuchar el silviro lo evita.

—Debemos hablar México sobre esto—habló el de sol

El nombrado sólo se hecho a la cama para después mirar el techo del cuarto de color crema con azul. El de ojos negro se hecha desnuro a la cama para después mirar al techo.

—Como llegamos hasta acá? —habló

—Te amó—contexto el mexicano

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Una noche donde las nubes lloraban con mucha melancolía caminaba personas o corrían para no mojarse otras se sentaban en las bancas para ver el paisaje, carros mojandose por las lágrimas que caían, edificios grandes que te comen el alma al verlos.

Un carro color rojo pasión conducía en la pista de concreto de aquella cuidad, las personas que estaban adentro estaban alistando se.

—Quédate quieto boli o si no te arrancado un ojo—habla el de sol mientras pintaba los ojos del niño