Mi pequeña gran ilusión 「Yoonmin」 「Omegaverse」

Capítulo XLVI

Al despertar podía sentir su aroma aún más fuerte, era mucho más cálido, acariciando su pecho noté que estaba descubierto, ¿Acaso hizo algo sin que yo me diera cuenta?.

— Hmm... señor está sin camisa

— Tranquilo no te hice nada

— ¿Que hora es?

— Son las 9:47 pm

— ¿Esta bromeando?

— No, dormiste toda la tarde, no quise despertarte

— Debo darle su biberón a Bae — sentándome sobre él.

— Ya le di su biberón

— Gracias señor, es tarde y usted debería de dormir

— Debes cenar

— No tengo hambre

— Aún sino tienes hambre debes comer, — acariciando mi mejilla — levántate

— Está bien, ¿Vendrá conmigo?

— Por supuesto

Nos levantamos de la cama y caminamos de la mano hasta la cocina, ya que no tengo hambre solo comeré un poco de fruta, fui al estante de la sala a tomar un libro y volví a sentarme sobre el mesón de la cocina, el señor Min está junto a mi preparando un tazón de frutas con un poco de yogurt, es tan atento, me detuve a besarlo y después comencé a leer.

— Hmm... " Hallábase echado sobre el
    duro caparazón de su espalda, y, al
    alzar un poco la cabeza, vio la figura
    convexa de su vientre oscuro, surcado
    por curvadas callosidades, cuya
    prominencia apenas si podía aguantar
    la colcha, que estaba visiblemente a
    punto de escurrirse hasta el suelo.
    Innumerables patas, lamentablemente
    escuálidas en comparación con el
    grosor ordinario de sus piernas,
    ofrecían a sus ojos el espectáculo de
    una agitación sin consistencia.

    — ¿Qué me ha sucedido?

    No soñaba, no. Su habitación, una
    habitación de verdad, aunque
    excesivamente reducida, aparecía
    como de ordinario entre sus cuatro
    harto conocidas paredes. Presidiendo
    la... "

— ¿Franz Kafka?

— Si

— ¿Estás seguro de querer leer eso ahora?, vas a comer

— ¿No le gustan los insectos?

— Cuando estoy a punto de comer no

— Lo siento, ¿Debería seguir leyendo? — pregunté en tono burlón.

— Jimin

— Solo estoy bromeando — dejando el libro a un lado.

— Al parecer despertaste de buen humor — acercándose a mi.

— El despertar con usted a mi lado siempre me hace feliz

— Eres adorable — tomando mi rostro entre sus manos para besarme.

— Debería ponerse una camisa

— Y tú deberías ponerte un pantalón — acariciando mis piernas.

— Así estoy bien — rodeando su cintura con mis piernas.

— ¿Estás intentando seducirme?

— Mmm... no

Tomé el tazón de fruta mientras el señor Min me veía, le ofrecí un poco pero dijo que no quería, hoy di un gran paso, además de comenzar a cuidarme volví a un hospital, tal vez es un miedo absurdo, al menos para las demás personas, es fácil hablar cuando no sabes lo que pasó.