💖Cap 137. ¿Desvergonzado?

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ShangGuan estaba desesperado. Su padre le había organizado otra cita a ciegas, si no se casaba pronto, él no lo dejaría irse tan fácilmente.

"Jovencito ShangGuan, ¿qué le gusta hacer para divertirse?"
Le dijo el chico que había sido asignado esta vez. Él era un chico increíblemente hermoso, así que no era de extrañar que lo mirará constantemente, como si no pudiera creer lo que sucedía.

"Ir a trabajar, volver a casa, seguir con mi vida cotidiana, nada en especial".
Le respondió ShangGuan con frialdad. Fue una respuesta breve y concisa, estaba aburrido, distraído y sinceramente no le importaba si él se daba cuenta.

"Oh, entonces debes ser una persona tranquila".
El chico continuó la conversación con entusiasmo, ni siquiera se percató de su apatía.

"¿Yo una persona tranquila? ¿Quién dijo eso?"  
Contestó él, quien había sido de todo menos una persona calmada, si en este momento lo estaba era porque la cita era muy aburrida.

De pronto se preguntó qué estaría haciendo SunMin. En este momento, ¡mierda! ¡Diablos! ¿Por qué demonios pensaría en ese horrendo hombre? ¿Podría ser que finalmente se había acostumbrado a sus órdenes?

"¿No dijiste eso? Dijiste que te gustaba quedarte en casa, excepto para ir a trabajar, ¿no es eso lo que hace una persona tranquila?"
El hombre frunció el ceño.

'¿Qué le pasa? Es hermoso y sin embargo sigue teniendo citas a ciegas, debe tener algún problema'.
Pensó él.

ShangGuan apoyó la cabeza en su mano y suspiró profundamente, ¡qué mala suerte! ¿Por qué este sujeto era tan terco?

"¿Me puedes explicar qué estás haciendo aquí, ShangGuan?"
Aquella voz era tan fría y tan familiar que su corazón saltó en su pecho, ¡era SunMin!

"Sun... SunMin, tú... ¿Por qué estás aquí?" 
ShangGuan lo miró mientras temblaba de nervios y finalmente logró decir unas pocas palabras, eso era tener mala suerte.

"¿Qué demonios estás haciendo aquí?" 
Mirando su pálido rostro, SunMin sintió que la ira brotaba dentro de él, olvidó todo lo que dijo y se fue a otra cita a ciegas. ¿Estuvieron separados sólo por unos días y ahora él estaba listo para correr hacia los brazos de otro hombre?

"SunMin, esto... no es lo que estás pensando". 
Dijo finalmente. ShangGuan pensó que era una completa pérdida de tiempo, ¿por qué debería explicarle a él? SunMin no era su responsabilidad, aunque él pensara que sí.

"¿No es lo que pienso? ¿Crees saber lo que pienso? ¿Qué tal si me dices qué voy a hacer ahora?"
Dijo SunMin, con una sonrisa perversa en su rostro y una mirada helada. Si no fuera por la comida de negocios en ese mismo lugar, nunca habría sabido lo que él estaba haciendo, ¿acaso creía que estaba bromeando?

ShangGuan lo miró aterrorizado, no quería pensar en el verdadero significado de sus palabras, no podía estar hablando en serio.

"Señor, ¿puedo preguntar...?"
El pobre hombre no tuvo la oportunidad de terminar la pregunta, SunMin lo observó con frialdad.

"Sal de aquí, ahora".
Él lo miró brevemente, decidiendo que este hombre no valía la pena ni el tiempo ni la energía.

"¿Por qué debería hacerlo?"
Era claro que SunMin había impuesto su autoridad, pero aún así se mantuvo firme por sí mismo y por su cita.

"Porque... ¡él es mío!"
Declaró SunMin con arrogancia, extendiendo la mano y jalo a ShangGuan entre sus brazos.

"¡Suéltame! ¿Soy tuyo? ¿Desde cuándo?"
Él forcejeó, intentando liberarse. Maldita sea, ahora sí estaba en serios problemas, necesitaba una buena excusa para evitar el interrogatorio de su padre.

"¿No eres mío? Recuérdame, ¿qué parte de tu cuerpo no he visto?"
Dijo SunMin con un tono lascivo y siniestro. ¿Lo negaba?, no había problema, él tenía muchas maneras de hacer que lo admitiera.

"¡Eres un descarado! ¡SunMin!"
ShangGuan estaba realmente furioso, sus bellas facciones se enrojecían de ira. ¿Quién se creía él para venir a perturbarlo? ¿Y por qué tenía que hacer lo que le ordenara?

"¿Descarado?, no tienes idea de lo descarado que puedo llegar a ser, ¿quieres qué te lo compruebe ahora mismo?"
Dijo SunMin apretando los dientes con la mirada aún fija en él. Incluso en esta situación, él era más valiente de lo que él pensaba, o bien, demasiado tonto como para darse cuenta del peligro en que se metía.

"No tengo ni idea de lo que estás hablando". 
Negándose a admitirlo, él levantó un brazo para mantener sus manos alejadas de su barbilla.

"¿No tienes ni idea?, no te preocupes, yo te lo recordaré pronto".
SunMin lo tomó por el brazo y se alejó decididamente, ignorando a la multitud que ahora estaba observando con interés.

"Joven ShangGuan, joven ShangGuan, ¿qué está pasando?"
Le tomó unos minutos a su cita poder recuperar la voz, de pronto, agarró la otra mano de ShangGuan.

"¡Déjalo ir! Y no me hagas repetirlo".
SunMin miró su mano, ahora el otro hombre la tomaba. Estaba disgustado e impaciente y fijó su mirada amenazante sobre el hombre que intentaba quitarle a ShangGuan, este hombre necesitaba saber su lugar.

A SunMin no le gustaba alardear sobre su riqueza, por lo que sólo unas pocas personas sabían que él era el jefe de Lee Group, una empresa exitosa, había tenido logros sobresalientes a pocos meses de haber asumido el cargo.

El sujeto refunfuñó al soltar la mano de ShangGuan, no estaba dispuesto a pelearse con este hombre imponente, quien además no parecía ser una persona común y corriente.

Los ojos de ShangGuan estaban llenos de ira, ¿por qué siempre lo hacía enojar tanto? ¿Por qué él siempre cedía ante sus deseos? ¿Y por qué no podía hacer lo que quería? Todo lo que SunMin deseaba era llevar a ShangGuan a la cama y darle una dura lección, de esta manera dejaría claro que quiso decir lo que dijo, él no podía dejar de pensar en eso.

Un verdadero Amor. 1a Parte.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora