En una noche de Luna llena,
los corazones han de suspirar. Mirando a través de una ventana, alguien mira caer una estrella fugaz, rápidamente le viene a su mente, el deseo de volver a ver,
a su amada, por que lejos ella esta.
Le dice al viento, que lleve sus caricias y le de un beso en su mejilla, que juegue con sus cabellos, como el con sus dedos lo hacía.
Le pide a la lluvia que moje su cuerpo, como cuando el lo llenaba de besos, que refresque esa piel, la cual con sus manos siempre pudo encender.
Le pide al sol que ilumine su día, como cuando ella abría sus ojos y el así el lo sentia, que le haga sentir ese calor, que sólo los enamorados, sienten al ir tomados de la mano.
