Mi Pequeño Amigo

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Y bien, Chuuya-kun. ¿Qué hace un chico que estudiaba en una Universidad Privada en una pública ahora? ¿De qué familia eres? ¿Eres inteligente como para querer convertirte en un detective? ¿Tienes novia? ¿Cuál es tu pasatiempo y comida favorita? ¿Eres virgen? ¿Amas a alguien?

Interrogaba el castaño de los vendajes, curioso por saber todo acerca del nuevo estudiante de su clase.

— ¡Oye, Dazai! ¡Sólo vas a incomodarlo!

Regañó el rubio, levantándose repentinamente de su silla y golpeando la mesa con ambas manos.

— ¡Y tú, Nakahara-kun, no le respondas nada a este tipo! ¡Es un chismoso de lo peor!

Aconsejó entre gritos, volviéndose a sentar. Chuuya bebió un poco del jugo de uva que había comprado, y se dispuso a responder algunas de las preguntas de Dazai.

— Verán... Yo no tengo padres biológicos... Nunca los tuve. Fui adoptado de manera no oficial por la familia Edogawa, y entonces...

— ¡¿Dices que eres familiar del fallecido gran Detective Rampo Edogawa-san?!

Interrumpió Dazai con emoción. Era fanático de Rampo y aún no superaba su muerte. Rampo era la razón por la que Dazai quería convertirse en un gran Detective también y estar a su altura.

— S-Sí... Rampo-san fue mi hermano mayor...

Respondió con la mirada puesta en el sándwich que comía. Mentía. Tampoco pensaba decir que Rampo había sido su novio. Era un secreto que sólo él y sus suegros sabían.

— Eso es genial, puedes continuar...

— No estaba cómodo en una Universidad Privada, por eso es que ahora estoy aquí. Aprendí mucho de Rampo, así que me considero capaz de convertirme en un buen Detective como él. Tengo que hacerlo.

Decía, convirtiendo su dolor en ese hermoso sentimiento de hablar de la persona de la que estaba enamorado. Sus ojos mostraban ese brillo al hablar del Detective, un brillo que ocultaba las lágrimas y las obligaba a no salir.

— ¿Tus pasatiempos? ¿Comida favorita?

Interrogaba más. Kunikida sólo escuchaba las respuestas de Chuuya con atención y curiosidad, sin intervenir en el interrogatorio de su pareja.

— Mh... Supongo que jugar con mi hermanito y estar en familia... Y de comida favorita... No tengo ninguna.

Respondió pensativo. Rampo y "su hermanito" Atsushi serían sólo su secreto, nadie debía saberlo si no quería ser víctima de acoso en la nueva escuela.

— Oh... No sabía que los Edogawa habían tenido otro hijo.

Comentó Kunikida, pues los Edogawa eran reconocidos gracias a Rampo, y por lo tanto, se habían convertido en figuras públicas de las que todo Japón hablaba. Afortunadamente, nadie sabía de la existencia de Atsushi, aún sabiendo la de Chuuya como integrante adoptado de la familia.

— Y... ¿Eres virgen?

Preguntó juguetón, provocando sonrojo tanto en Chuuya como en Kunikida, éste último pellizcó una de las piernas de Dazai por debajo de la mesa para callarlo.

— ¡Duele, Kunikida-kun!

Se quejó.

— ¿Debo responder eso? ¿Y tú lo eres?

Preguntó en respuesta. Era obvio que no contestaría tal cosa tan atrevida. Eran cuestiones muy íntimas y personales para él, no algo que debía divulgarse a cualquier desconocido.

DESTINY [SOUKOKU] [MPREG]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora