Katherine Rookwood y Draco Malfoy, ambos elegidos por Lord Voldemort para realizar una misión entre las paredes de Hogwarts.
Entre las dudas, el miedo y la inquietud, tienen que elegir de que lado lucharán al final, mientras intentan mantener su co...
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33 ; 𝐋𝐚 𝐛𝐚𝐭𝐚𝐥𝐥𝐚 𝐝𝐞 𝐇𝐨𝐠𝐰𝐚𝐫𝐭𝐬.
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Hogwarts estaba especialmente tranquila cuando llegaron, eso fue hasta que abrieron las puertas. Había todo un caos desatado dentro.
Estudiantes y adultos enfrascados en batallas con hechizos volando para todos los lados.
— ¿A dónde vamos? — preguntó Kathrine confusa, mirando hacia dentro del castillo.
— Tenemos que encontrar a Potter — dijo Draco. — Mi madre me ha dado su varita, pero está desprotegida sin ella.
Katherine asintió, mientras ambos entraban con cuidado a Hogwarts, evitando maldiciones por todos lados y corriendo hasta poder encontrar a alguien que les llevara hasta Potter.
Ese momento llegó cuando, después de correr por largos pasillos evitando ser golpeados por hechizos que ni podía oír, se encontraron con Cho.
— ¡Katherine! — gritó esta, acercándose rápidamente a ella. — Hay tantos mortífagos por todos lados, estar aquí es peligroso.
— ¿Has visto a Harry Potter?
— Estaba de camino a la sala de los menesteres, buscando algo — explicó Cho, mientras respondía rápidamente, aún jadeando por todo lo que había corrido para llegar hasta allí.
— Gracias — dijo Katherine, sonriendole sinceramente a Cho. — Deberías irte, esto es peligroso, hay muchos mortífagos, Cho.
— Estoy aquí para luchar, Kath. Igual que lo habéis estado haciendo vosotros al ayudar a Neville Longbottom.
Katherine suspiró al oír eso, al menos sabía que Cho no la culpaba por ello.
Después de despedirse de ella, que se dirigió en busca de Padma y Marietta, ambos fueron hacia la sala de los menesteres.
Tuvieron que moverse rápidamente, lanzando hechizos para mantener alejados tanto a los mortífagos como a algunas personas de la Orden, había llegado el punto en que ni siquiera miraban antes de atacar.
Al llegar allí, hubo una vista que ella no se esperaba.
En la habitación se encontraban Goyle y Crabbe, manteniendo sus varitas en alto para atacar a Harry Potter.
— ¿Qué hacéis? El señor oscuro lo quiere vivo — dijo Draco, tomando su papel como mortífago frente a ellos.
Pero, sin ni siquiera escucharlo, Crabbe levantó el brazo para realizar un hechizo que casi rozó a Ron.
— ¡No! —gritó Draco, agarrando el brazo de Crabbe cuando esté hizo amago de repetir el hechizo. — ¡No puedes matarlo!
— ¿Importa este? —dijo Crabbe, liberándose del agarre de Draco. — Es a Potter a quien quiere el señor oscuro, puedo matar a los otros sin problema.
