Ella, Una Slytherin |Draco Malfoy| (#2) - AUTORA ORIGINAL

4

 "Pongámoslo de esta manera Potter" la voz que hace poco le había caído bien ahora comenzaba a torturarlo nuevamente "Digamos que hipotéticamente Voldemort logra matarte; ¿Que pasaría después?"

Era arrogante, tanto que incluso Draco Malfoy era un ángel a comparación de esa vocecita que a duras penas lo dejaba en paz. El gran comedor se vaciaba de poco en poco, los de primer año ya se habían ido y los de quinto apenas estaban terminando de acabar su comida; entre ellos Harry que combatía con todas las fuerzas de su ser para ignorar tal fastidio que no podía callar físicamente.

-¿Por qué no mejor te vas al infierno?- susurro. La paciencia del chico de gafas redondas no era la mejor del mundo, sobre todo porque todos lo llamaban mentiroso. Cargaba con la muerte de Cedric, el posible odio de Elizabeth y con una maldita voz que no sabe de dónde demonios llego ni cuando seria el día que por fin lo dejaría tranquilo.

"Tranquilízate Potter" bufo divertido y con un cinismo que por un segundo dudo que fuera posible tal grado de soberbia "Yo te creo; sé que viste al señor oscuro y también sé que pudiste tocarlo, te torturó, te hizo ver a la muerte cara a cara..." las palabras de la voz dentro de su cabeza se callaron a tal grado que Harry pudo escuchar el latido de su corazón.

-Es frustrante saber que este año tampoco nos enseñaran defensa contra las artes oscuras- sentencio Ron con aire agotador. No tenía mucho de haber acabado su estofado cuando les fue ordenado que todo el grupo de quinto año ya debería de estar fuera de las mesas del comedor- de hecho, estoy casi seguro que será la peor profesora en la historia de Hogwarts-

-Es igual de irritante a como la ves- le apoyo Harry agradeciendo la oportunidad que le dieron de olvidar por unos segundos esa voz. -Skeeter es adorable a lado de ella-

"¡Esa fue buena Potter!" bueno, el gusto no le duro mucho, la voz que tanto se empeñaba por ignorar soltó en estallido de carcajadas. El pelinegro chasqueo la lengua fastidiado, ya no lo soportaba.

-Harry...- a veces creía que Hermione podía leer cualquier cosa además de libros: sus pensamientos, sus ojos...todo y aunque a veces le frustraba no poder esconder casi nada de su amiga leona esta vez era diferente, agradecía que lo mantuviera en la realidad. Estaba seguro que su cordura se perdía lentamente y de poco en poco dudaba de la veracidad de su palabra- ¿otra vez esa voz?-

Harry asintió.

-¿estás seguro que no recuerdas haber escuchado esa voz antes?-fue Ron quien se atrevió a preguntar antes de que la rizada de su amiga lo callara con la mirada. Potter negó intentando calmarse a sí mismo sin embargo se quedó en silencio. -ya sabes...- pausó esta vez con inseguridad. La mirada fulminante del pelinegro aun no terminaba por adaptarlo- puede que..-

-¿puede que sea que Ron?- se apresuró a decir con tono molesto. Su ceño se frunció, su cuerpo se tensó y era evidente que el ambiente se sintiera incómodo. El pelirrojo no contestó. -¿que me esté volviendo loco?- reto con más agresividad en su tono de voz.

"Quien lo diría, Potter está loco" la voz empeoraba las cosas "¿y así crees que Elizabeth está segura a tu lado?"

-¡cállate ya!-Los que estaba cerca lo miraron con desaprobación, Harry se quejó con un gruñido y apresuró el paso abriéndose entre la multitud. Estaba harto de que lo llamaran mentiroso, estaba harto de soñar una y otra vez con la muerte de Cedric, estaba harto de todo; de las personas, la voz, los profesores incluso de Hogwarts. Por primera vez se sintió fuera de lugar, él no debía pertenecer ahí, el debió quedarse en el mundo muggle y así les habría hecho un favor a todos. Sobre todo, a Voldemort.

:::::::::::::::::::::::::::

-¡Elizabeth!- Muchos la recibían con carisma y emoción en la sala común de Slytherin sin embargo ninguno se atrevió a acercarse más de lo normal por miedo al príncipe de esa casa que, evidentemente, cuidaba a su princesa a lujo de detalle.