La compañera de Jane Vulturi

Si muere, es tu culpa

Respire con dificultad, antes de lanzar un pequeño grito de frustración, me deje caer hacia atrás en el suelo, para que quedar sentada con las piernas extendidas, mi cabeza mirando hacia arriba, a la vez que jadeaba buscando aire.

—Tomemos un descanso— dijo Alec mientras se sentaba a mi lado y me daba una botella con agua.

Sonreí por su gesto y tome el agua de la botella, hasta que quedo la mitad. Suspiré y miré al chico, quien tenia una leve sonrisa en su rostro mientras me miraba.

—Juro que lo estoy intentando— dije con una mueca

—Lo sé— contesto Alec

—Ni siquiera sé cómo hice que Bella volviera a la vida, solo sucedió— murmure entre dientes

Ambos estábamos en la sala de entrenamiento de la guardia, se había establecido horarios en los que estaría sola con algún guardia de confianza, para entrenar con mi don. Pero ya habían pasado un mes sin ningún resultado, temí en muchas ocasiones haber defraudado a Marcus con lentitud por dominar mi don. Pero para mi sorpresa Marcus fue paciente y me intento ayudar en más de una ocasión e incluso hablaba conmigo cuando estaba frustrada.

—¿Qué sensación tuviste cuando reviviste a esa humana? — preguntó Alec

—Me sentí rara y un extraño hormigueo apareció en mis manos, claro que en ese momento no le di importancia— dije con un suspiro agotado

—¿Tus manos estuvieron en una zona en específico? — pregunto Alec

—En la zona de su corazón— comente pensativa

Alec estaba por decir algo, pero se tensó de repente y se levantó poniéndose frente a mi con su rostro sin emociones, mirando la puerta —Viene el maestro Caius con algunos guardias más y Jane— dijo con tranquilidad el chico, pero había una mueca unos segundos después en su rostro.

—¿Qué pasa? — pregunte con cautela

—Jane esta enojada— contesto Alec

En eso, las puertas de la sala se abren de golpe y el rey rubio estaba allí con su rostro serio y enojado de siempre, él me miro he hizo un gesto con su mano, uno de los guardias desapareció con su velocidad de vampiro.

—Maestro Caius, con todo respeto. No creo que sea una buena idea— dijo Jane mientras apretaba sus puños

—Tu humana no esta progresando, es una forma de hacer que ella use su don o... bueno, la muerte de ese humano quedara en su mente— dijo con una sonrisa sádica el rubio.

Abrí los ojos preguntándome de que estaban hablando, note a Alec tensarse a mi lado, más de lo que estaba y sus ojos estaban en su gemela, quien rápidamente aparece a nuestro lado y me rodea con sus brazos.

—Lo siento— me murmura en el oído

 Le regrese el abrazo sin pensarlo y asentí con la cabeza sin entender lo que estaba pasando, pero cuando escuché los gritos de la secretaria Gianna, me tense en los brazos de mi compañera, ella apretó su agarre en mí, intentando tranquilizarme.

El guardia que se había ido regreso con la secretaria con una agarre brutal en su brazo, lagrimas salían de los ojos de la mujer mientras gritaba por perdón y misericordia.

—Que ella muera, será tu responsabilidad— dijo Caius mirándome con una sonrisa sádica, lo que hizo que los gemelos se pusieran frente a mí. El rey rubio entrecerró los ojos y luego hizo un gesto con su mano.

Alec se puso en el medio de mi visión, mientras Jane me tapo los oídos con sus manos y me miro a los ojos. Observe sus ojos rojos con atención, ahora entendiendo lo que estaría por pasar. Lo cual me hizo sentirme enferma.

 Gracias a los gemelos no vi ni escuche nada de lo que paso, paso unos segundos en los cuales pude observar a Jane modular algo con la boca, pero al tener sus manos sobre mis orejas no pude escuchar nada.

Luego de unos minutos, Jane saca sus manos de mis orejas y Alec se da la vuelta rápidamente. Parpadee y note que Caius ni los otros guardias estaban en la habitación.

—Quieren que reviva a Gianna— dije lentamente

—Si— dijo Jane sin apartar los ojos de los míos, pero note que ambos estaban muy tensos por algo.

—¿Algo más que deba saber? — pregunte con cautela

—Te dieron dos días para intentar revivirla— respondió Alec

—¿Qué? ¿Qué pasa si no lo logro? — pregunte con el ceño fruncido

—Matarán a más humanos y te los traerán— contesto Jane

Cerré los ojos y aprete mis puños con impotencia ¡¡¿Cómo pueden hacer eso?!! ¡¡¿Marcus está de acuerdo esto?!!

Me apoye más en el cuerpo de Jane, buscando calmarme con sus presencia, ella me rodeo con sus brazos por la cintura y me dio un par de besos en la cabeza. La mano de Alec estaba sobre mi hombro, intentando calmarme a su manera, lo cual agradecí.

Me separe un poco del abrazo con Jane y mire a Alec con una leve sonrisa, él me regreso el gesto levemente, antes de que me separa completamente del cuerpo de Jane, ella me agarro la mano y entrelazo nuestro dedos.

Miré a Alec y asentí con la cabeza, él hizo el mismo gesto y se movió a un lado para revelar el cuerpo de Gianna en el suelo. Me estremecí un poco por la vista, debido a que le había roto el cuello.

Me acerqué con los gemelos a mi lado y le di un ultimo apretón en la mano a Jane, la solté y me puse en cuclillas junto al cadáver. Di un suspiro tembloroso y puse mis manos en la zona del corazón de la mujer.

Pasaron unos minutos y no estaba pasando nada, lance un grito de irritación. Alejándome del cadáver. Me apoye contra una de las paredes de la habitación y unas lagrimas salieron de mis ojos. Ambos gemelos estaban a cada lado de mí, sentados contra la pared.

Escondí mi rostro en el cuello de Jane y dejé que mis lagrimas retenidas por lo que estaba pasando se escaparan. Los brazos de Jane me rodearon de inmediato y volvió a besar mi cabeza. Una de mis manos fue agarrada por Alec y me dio un apretón intentado calmarme.

Va a morir más gente por mi culpa...... ese fue mi pensamiento todo el rato que los gemelos intentaron calmarme.