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Nueva Orleans; Luisiana. Estados Unidos

Las festividades en la localidad ponían a todos con los pelos de punta... La emoción era tanta que personas de diferentes partes del país e incluso del mundo iba hasta ese lugar tan especial por sus carnavales tan pintorescos. Sin embrago, cierta chica de cabellera negra iría por algo más

Lizbeth se encontraba con una Magnum rifle de Sniper esperando a su presa. Con un ojo puesto en la mira y una gran sonrisa, ella ve a su objetivo

El alcalde de la ciudad era su víctima en esta ocasión... Siendo este su último trabajo porque al terminarlo viviría una vida distinta junto a su esposa y sus dos hijas

Cuando el carro alegórico del alcalde estuvo en el punto perfecto para el disparo, Lizbeth cogió el gatillo con fuerza e impacto la bala directamente en el pecho del hombre haciendo que cayera al instante muriendo de inmediato. Los gritos se hacían latentes y los policías se movían de aquí para allá

Lizbeth con calma guardo su arma. La metió en un bolso y salió corriendo por una de las ventas de aquel antiguo edificio que había sido testigo de su crimen. Con agilidad camino por los tejados de las casas hasta llegar a la iglesia más cercana, escalar la torre del campanario y entrar por allí

Descendió por el campanario y rápidamente saco un traje de una monja de su bolso, se lo coloco y salió de lugar. Acomodo su bolso y bajando el rostro camino por la iglesia saludando a los feligreses. El arma pesaba, pero ella ya estaba acostumbrada a ese tipo de esfuerzos físicos

Tras llegar a la calle, el movimiento de personas era masivo, el carnaval había terminado y las personas corrían por doquier. Eso fue algo que ayudó a Lizbeth a escapar con mucha fortuna y cuando llegó a un viejo motel se recostó en la cama y solo pensó en algo

Se siente tan bien realizar el último trabajo

Sin embrago, ella no sabía que este no sería el último trabajo y que de aquí en adelante comenzaría otro universo para ella. En cambio en otra ciudad más lejana. Para ser exactos en Dublín; Irlanda

Una chica miraba con una sonrisa malvada al hombre que estaba atado en frente de ella. Sus ojos brillaban con malicia, podía dar miedo solo con ellos. Jenner Kim, hija de padre coreano y madre inglesa. Era el vivo ejemplo de la maldad

- Ahora, repite conmigo - ella lo sujeto del cabello - ¡No debo robar a un Kim nunca en mi vida!

- ¡Vete a la mierda! - el hombre le escupió el rostro

- Vale, vale - se alejó y limpio su rostro con un pañuelo que tenía a la mano - ¿Alguien sería tan amable de pasarme el taladro? - rápidamente uno de los hombres allí presentes le dio lo que ella quería

- ¿Qué harás, perra? - el hombre sonreía con satisfacción - No eres capas de hacerme daño

- Oh, chico. No me retes o perderás la vida - ella probó el taladro - Veamos que tanto resistes

Jenner coloco el taladro en la mano derecha del hombre y comenzó a abrir un agujero en la misma... El hombre gritaba tanto que podía ser escuchado en el mismísimo polo sur

- Alguna vez, te preguntaste ¿por qué a los Kim no se les roba? - el hombre negó como pudo - Lástima - ahora hizo lo mismo con la izquierda y los alaridos eran cada vez más fuertes - Para que aprendas la lección, te daré un reprimenda

Jenner camino hacia una mesa. Saco un perno y una pistola de pernos. La cargo y la coloco en la mano derecha del hombre haciendo que quedara clavado en reposa brazos del mismo. De igual manera lo hizo con el izquierdo

- Estarás aquí clavado por una semana - ella jugaba con el arma - Sin comida o bebida para que aprendas la lección. Vivir o morir depende de ti

El hombre la miro con odio y dolor. De sus manos chorreaba sangre de tal manera, que en poco tiempo ya estaba un charco bajo sus pies. Jenner le dio el taladro a uno de sus ayudantes

- Hazle lo mismo que le hice en las manos - ella miró por última vez al hombre - Que le duela

Sin más, se fue del lugar hasta donde estaban dos mujeres esperándola afuera de aquel antiguo almacén

Una castaña de un 1.70 estaba hablando muy animadamente con una pelinegra de 1.64. Ambas sonreían de alguna cosa y Jenner saco un cigarro mientras se acercaba

- ¿Me cuentan el chiste? - se acercó a sus amigas

- ¡Oh, Kim! - exclamó la más alta - ¿Tanto tiempo te llevo ese idiota?

- Es un hijo de puta, pero ya se a quien le vendió mi mercancía - le dio una calada a su cigarro - Al parecer tendré que viajar a Singapur para arreglar este problema

- ¿Por qué no se lo dejas a Halsey? - pregunto ahora la pelinegra

- Si quieres que un trabajo se haga bien, hazlo tu mismo. ¿O eso no te decía tu padre?

- Si, si. Por esa razón nos convertimos en los mejores narcotráficantes del mundo - sonríe la chica - Pero a veces se necesita un respiro, Jenner

- Nunca tuve un respiro y nunca lo tendré - dejando a las chicas en silencio

La castaña entro a la camioneta que las llevaría al aeropuerto. Para dirigirse de nuevo a Italia donde su perfecta familia la esperaba

Horas más tarde

En un lugar remoto de la tierra un hombre de cabello blanco en una azotea miraba la ciudad de Roma con adoración. Pronto después llegaría una castaña a su lado que interrumpirá su momento de paz

- ¿Qué estás tramando está vez? - le pregunta la chica

- Eso te pregunto yo - el chico se giró - ¿Qué haces con Jenner Kim?

- Soy un demonio y ella casi lo es, no veo porque no puedo estar con ella - se acerca al hombre

- En ese caso no hay problema que yo me acerque a otra chica - la castaña abrió los ojos

- ¡No lo hagas, Manoban! - lo sujeto del brazo

- Ya te di una paliza una vez, no me hagas repetirlo, las cosas son como, son. No estoy para juegos, Verónica - se soltó de la chica

- Yo seré la demonia, pero tú te conviertes en uno cada vez más rápido - el hombre sonrió con malicia

- Mi madre murió por una maldita doppelganger. Por esa razón, de ahora en adelante controlare todo - Verónica paso saliva - En este mundo no tolerare la falta de respeto a mi persona - le tomo la barbilla - Así que prepárate, porque sino te aseguro que morirás - sin más la soltó y desapareció

Verónica miro la ciudad y se sintió triste. Su única hija estaba en una máquina de recuperación para salvarle la vida y el imbécil se su mejor amigo quería arruinar la vida de los seres de este lugar. Todo jugaba en su contra, pero eso no evitaría que ella ayudará a todos los que pudiera para evitar la maldito ángel caído

La Mafiosa Kim Where stories live. Discover now