»Buenos y malos ratos«

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—¡Neville! ¡Les llegaron cartas!

Asomé la cabeza desde el pasillo, aún en pijama, para ver dónde se hallaba Augusta, probablemente con sobres en sus manos. La encontré rápidamente sentada en el comedor, así que me acerqué.

—Nev de seguro está dormido aún. Buenos días, Augusta.

—Buenos días, Josephine.

—Puede decirme Josy si quiere.

—Entonces tu podrías no tratarme de usted ¿Verdad? —exclamó vacilantemente, a lo que sonreí.

—¿De quiénes son las cartas?

—Hogwarts, y.. ¡Ja! Sin remitente —esa particularidad llamó mi atención en un instante, lo que provocó que mi sonrisa se borrara y en cambio cambiara mi expresión a una de sorpresa. Había algo que acababa de deducir, y cuadraba muy bien con una escritura tan prolija y fina, con las palabras "sin remitente"— ¿Por qué alguien habría de enviar una carta sin remitente? Debe de ser algún..

—Gracias, Augusta —le agradecí agarrando las tres cartas sobre la mesa, tomándola por sorpresa—. Creo que iré a despertar a Longbottom, a.. a.. ¡A Neville! Quise decir, sí. Querrá leer su carta de Hogwarts de seguro, y saber el.. material escolar de.. este año.

—Muy bien —contestó, aunque yo ya había empezado a caminar de espaldas a ella—. Deberías ponerte calzado, te puedes enfermar —agregó.

No presté atención a lo que ella dijo, y que mal que no lo hice. Porque apenas crucé la puerta de la habitación de mi novio, pude oír un golpe seco y siguientemente mi pie comenzó a sentir un dolor impresionantemente fuerte.

—¡Aahg! —solté. Me había dado contra la pata del escritorio que el muchacho tenía junto a la puerta. Inspiré mucho aire y luego exhalé igual, junto a algunos leves sollozos. En ese momento me tomé los dedos del pie que me dolía con fuerza, buscando de algún manera calmar el dolor.

—¿Qué te pasa? ¿Qué pasa? —despertó diciendo Longbottom, aceleradamente. Me senté en su cama mientras seguía con el rostro fruncido por el golpe— ¿Qué te pasó? —me observó confundido, y pareciendo un tanto desesperado.

—Nada.. solo me di un golpe con tu escritorio.

—Pff.. —resongó, tomando una almohada que tenía detrás y lanzandosela a la pequeña mesa; volteando un portador de pluma.

—No creo que eso ayude, pero gracias —reí, al verlo aparentemente enfadado con el mueble.

—Sí, tienes razón.. —rió conmigo— ¿Estás bien?

—Sí, estoy bien.

No había podido borrar mi sonrisa al darme cuenta del aspecto tierno que llevaba, gracias al cabello alborotado, su pijama y una mirada de recién levantado bastante cómica.

—Buenos días —le dije.

—Buenos días.

—Augusta recogió algunas cartas —le señalé los sobres que habían quedado en el suelo. Él salió de la cama para buscarlos, junto a su almohada, y tras ello regresó—. Ambas son de Hogwarts y hay una.. más.

Él las pasó entre sus manos hasta encontrar la que no venía de la escuela, o eso era lo que concordaba con la teoría que tenía hasta el momento.

—¿Sin remitente? —dirigió su mirada hacia mí.

—Sí.. ¿Y esa letra?

Traté de descifrar si entendía lo que yo me había imaginado, o al menos había deducido algo parecido.

•|Ollivander y Longbottom|• {Libro 5}Where stories live. Discover now