»El nuevo Hogwarts«

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-¡Se los dije, no había tiempo para el desayuno, niños! -decía Augusta, mientras corríamos sin parar por la extensa estación de Kings Cross.

Jamás había visto a Augusta tan acorde a nosotros, es decir, si había experimentado momentos en los que ella estaba enfadada o desesperada, sin embargo incluso en aquellos incidentes no había podido ver en ella un actitud parecida a la que teníamos Neville y yo. Y es que la mujer parecía mucho más joven y despierta, lo que no solía caracterizarla. Al parecer, el hecho de que estuviéramos llegando tarde a la estación, como a muchos otros lugares en el pasado, provocó esa reacción en ella.

-¡Lo siento, Augusta! ¡Perdona, en verdad! -gritaba mientras una familia de muggles se me quedaba viendo, en tanto mi distintiva capa se alzaba levemente gracias a la velocidad con la que nos dirigíamos a la barrera.

-Espero que no se cierre la columna -exclamó Longbottom, con el cuello de su camisa, la cual sobresalía de un típico swetter, completamente desarreglado. Al igual que nosotras, mostraba desenfreno en sus expresiones y su manera de hablar.

Tras aproximadamente un minuto, lo que era impresionante tomando en cuenta que habíamos dejado de lado la conversación apenas unos pasos delante de la entrada a la estación, nos encontramos con nuestro destino. Y yo, sin poder detener mis pies, me dirigí directo a él esperando no golpear mi cabeza con los rojizos ladrillos. Para mi suerte, atravesé aquella pared, y del otro lado, hallé a las personas que más deseaba ver.

-¡Harry! -fue lo primero que salió de mi boca, para luego lanzarme a darle un buen abrazo a mi amigo, buscando despejarlo de los malos sentimientos que debía de estar sintiendo. Algo que quería llevar a cabo también hacía un buen tiempo.

Fue entonces cuando escuché una voz que no me resultó para nada familiar, y es que se trataba de alguien a quien jamás había oído en la vida. De igual manera, no me pareció ningún tono despectivo el que había usado, así que me giré a ver con una sonrisa.

-¿Conocida suya? -había dicho una muchacha que llevaba el cabello morado, y unos preciosos y llamativos ojos verdes.

-Josephine -dejó escapar una sonrisa Herms, al igual que lo había hecho Harry tras haberlo soltado. Le di otro cariñoso abrazo a mi amiga, y después de ello al pelirrojo que le seguía. Este último apoyó su mano en mi espalda y noté que quiso expresarme cariño, algo que no había ocurrido muchas otras veces. Le sonreí.

-Señor y señora Weasley.. -les dediqué una mirada amorosa, la cual Molly me correspondió.

-Creo que lo logramos -dijo Nev, saludando a Ginny.

-¿Qué tal, Neville? -le preguntó Hermione, con un agradable movimiento de cabeza que lo invitaba a conversar.

-Bueno.. -comenzó a decir, sin embargo fue interrumpido.

-Bueno, hemos llegado a rastros a la estación gracias a él, pero podría decirse que estamos bien.

Mi novio suspiró, mientras los muchachos pasaban sus ojos de la señora Longbottom a él, y luego a mí, descordinados.

-Nos quedamos dormidos..

-Yo me quedé dormida -resalté mi persona en la oración.

-Ambos.

-Fui yo.

-Yo regresé a dormir..

-Pero eso fue porque creíste que me molestarías si me despertabas, y porque pensaste que habías confundido el día.

-Mi culpa.

-¿Acaso esperas que culpe a Josy? Por favor -insistió su abuela.

-Mmh.. ¿Qué no se supone que los Longbottom no tienen más jóvenes en la familia que el muchacho? -escuché decir a otra voz. Se trató entonces de Alastor Moody, el verdadero en este caso, o eso fue lo que pude llegar a suponer.

•|Ollivander y Longbottom|• {Libro 5}Where stories live. Discover now