Laberynth: Atrapado en Mis Sentimientos / A Stolitzø Fanfic

6. Empezamos Mal.

"Siempre se siente más tranquilo, en la Oscuridad.
Siempre se siente tan rígido, cómo el silencio crece bajo la Luna...
Y las constelaciones se van tan pronto".
-'You Will Be Okey', Stolas, Helluva Boss.

      –¿Stolas...?–repito.

       Él me sonríe. No... No es como si algo estuviera realmente mal con él, en realidad. En el fondo, sigue siendo el mismo Stolas de siempre; alto y elegante, de plumaje negro-azulado y un rostro en forma de corazón, con dos enormes ojos rojos como rubíes observándome. Sin embargo, yo sé que algo está mal. Simplemente lo sé, porque hemos pasado tanto tiempo juntos... Sé que el jamás me permitiría verlo así.

      Para empezar, su cuerpo estaba muchísimo más delgado que de costumbre, poco más que un esqueleto cubierto de plumas mustias y faltas de brillo. ¿Su cara? Rígida y ausente, marcada por las ojeras de un infinito cansancio. Su habitual manto blanco había desaparecido, siendo sustituido por una larga capa negra, hecha de plumas. Una elaborada corona se hallaba incrustada en su galera, negra también, como si todo esto fuera parte de un funeral. ¡Diablos! Si hasta sus ojos tenían un tinte opaco y melancólico, así como su sonrisa... Me estremecí.

      Es la misma expresión que tenía la última noche que pasamos juntos. La vez que me pidió que lo abrazara...

      –Blitzy–.

      El llamado de su voz me despierta como un balde de agua fría. Me obligué a mirarlo; Stolas ya no sonreía. Recién entonces me di cuenta de que las puertas que daban a la calle estaban cerradas. El búho suspiró.

      –¿Qué haces aquí, hmm~?–me preguntó, cerrando los ojos con suavidad. No parecía molesto por mi presencia, más bien... Cansado. –Creí que necesitabas mi ayuda para venir al mundo humano, Blitzy... –.

     –¡Como llegué aquí no es asunto tuyo...!–exclamé, cruzándome de brazos y alzando la cabeza con dignidad. No creo que mencionar mi trato con Via sea una buena idea... Al menos, no por ahora. –Y no pienses que vine por ti, idiota. Todo lo que quiero es ése librito mágico tuyo–.

     Stolas arqueó una ceja. Sus labios se curvaron lentamente en otra sonrisa.

      –Blitzy, querido... ¿Para qué querrías mi libro si ya conseguiste otra forma de entrar?–inquirió. Yo me sentí como un imbécil.

      "Touché, pajarraco".

        – ... Supongo que me ofrecieron un mal trato... – respondí, a regañadientes. No me gusta admitir que me engañaron, mucho menos cuando lo hizo una adolescente... Stolas se echó a reír. Yo me quedé observándolo.
Era una risa genuina, como en sus mejores días, mezclada suavemente con esos ululeos que se le escapaban sin querer. Mi frustración desaparece. Muy en el fondo... me alegro de que esté bien.

      –Pobrecito Blitzy~–canturreó, posando una mano sobre mi hombro con ternura. Su mirada se ha tornado coqueta e insinuante; el mismo Stolas de siempre. –¿Ves? No deberías hacer tratos con demonios extraños, te podría ir mal... –.

      –Bueno... contigo no me ha ido exactamente bien, que digamos–le recuerdo, sacándome su mano de encima con un ligero rubor. Me alivia saber que está bien pero tampoco para ponerse cariñosos. Además... todavía teníamos que tener un par de palabritas entre nosotros...

       Frunzo el ceño.

      –¡Dijiste que me dejarías usar el Grimorium luego de Luna Llena, Stolas...!–.

      La sonrisa de mi compañero desapareció como por arte de magia ante mi reclamo. Su rostro se tornó en una mueca de tristeza, y fue cerrando lentamente sus ojos, con cansancio.