Laberynth: Atrapado en Mis Sentimientos / A Stolitzø Fanfic

11. Moonlight Sonata.

      "–¿Qué está haciendo?–. [...]

      "–Quemo mis naves, destruyo puentes a mi espalda. Y me adentro en la terra incognita... –había arrancado los grabados del libro, uno por uno, hasta reunir los nueve, y los miraba con atención. –Es una lástima que no pueda usted seguirme donde voy... Como reza la lámina cuarta, la suerte no es la misma para todos–."

    -Fragmento de El Club Dumas, de Arturo Pérez-Reverte.

Narra: ???.

DOS MESES ATRÁS.

       − ... Increíble, sinceramente increíble−murmuró la voz en las tinieblas, contemplando con ojos vidriosos la grabación que le ofrecían y el horrible espectáculo de la matanza. Dos personas vestidas de idéntico traje se removieron incómodamente en el fondo de su estudio, sentadas a sus espaldas. Uno de ellos tosió.

       −Eh, sí... supusimos que le interesaría, agente Tres−musitó con voz queda el Agente Uno de DHORKs, rascándose la nuca con expresión preocupada. La figura sentada frente a ellos alzó la cristalina mirada en su dirección, y, acto seguido, se echó a reír.

        −Supusieron bien, Agente Uno y Dos... Esto−. Una mano blanca y huesuda salió repentinamente de entre las sombras, uno de sus dedos golpeteando la imagen de la pantalla con cierto aire demostrativo, casi como de profesor. La figura sonrió con dientes afilados. − ... Es simplemente arte, la prueba de la existencia de nuestros viejos amigos los demonios... Sólo fíjense−.

          La penetrante mirada del agente Tres volvió a centrarse en la pantalla, visiblemente extasiada. Sus ojos (tan claros que parecían blancos) se hallaban cubiertos a medias por unas finas gafas de vidrio esmerilado y marco carmesí. El hombre volvió a sonreír al señalar al pequeño grupo en la pantalla, sin dejar de contemplarlos con sorna.

          −¡Un auténtico terceto de diablillos, vaya~! Aunque no son nada sorprendente, la verdad... Al fin y al cabo son los menos poderosos de todos y son bastante parecidos a cómo se los describió originalmente, pequeños, rojos y con cuernos... Ah, pero el Perro del Infierno sí que fue una sorpresa. Tiene un curioso parecido con una chica humana, ¿no creen~? Perturbador, pero tampoco nos interesa ella... En realidad... −

            El hombre volvió a reírse, pero esta vez su risa fue mucho más seca y cruel, señalando al último integrante con triunfo, como quien encuentra oro.

             −¡ESTO, esto es realmente un paso hacia las Ligas Mayores, muchachos~!−rió, perversamente. −Reconozco que no se ve como lo describieron Wier y Plancy¹, es cierto... Pero reconocería ése símbolo de invocación donde fuera−.

             La mano esquelética hizo un elaborado gesto abarcando la imagen, sonriente. Su dueño suspiró.

            −Amigos míos, si no me equivoco, el demonio que los atacó se trata de nada más y nada menos que Stolas de Ars Goethia, uno de los 72 de Salomón, Gran Príncipe del Infierno, comandante de veintiséis legiones Infernales y que puede enseñar Astronomía, Herbología y Orfebrería², si se lo invoca bien–. El agente Tres esbozó una risilla, sus ojos como de vidrio volviendo a fijarse en la imagen con un extraño entusiasmo. Sus manos volvieron a darle play a la grabación, una y otra vez. –Sí, es uno de los poderosos... Observen cómo maneja los cadáveres como si fueran sus marionetas; cómo los obliga a levantarse y cumplir su voluntad... –.

            ... De repente la grabación fue interrumpida por un corte en primer plano de Stolas levantando en brazos a uno de los imps (el jefe, a juzgar por sus grandes cuernos) con el cual tras un corto diálogo procedió a besarse bien babeado y con lengua. ... La cara usualmente entusiasta del agente Tres esbozó una repentina mueca, incómodo...