3

17.5K 2K 848
                                    

Tanaka fue el primero en llegar, y no solo llegó un poco antes de la hora acordada por todos. Llegó 2 horas antes, por petición de Nishinoya.

Alguien debía ayudarlo a terminar de ordenar todo ¿y quién mejor que tú mejor amigo?

No había una mejor opción.

Y esa no era la única razón. También debían terminar de pensar en cómo juntar al Kagehina.

Puede que sea algo metiche de sus partes intentar juntar a dos personas, pero es que, no podían seguir viendo la tensión que se cargaban esos dos. Cualquier persona podría darse cuenta.

Sus senpais no podían seguir permitiendo eso. Intentar ser cupido quizás no termine bien, pero valia la pena intentarlo. Ya no querían seguir viendo a ese par perder el tiempo.

–¿Ya se te ocurrió que podríamos hacer?

–Vamos Ryu, no soy el único que debería intentar pensar como juntarlos.

–¡No quiero usar el cliché de verdad o reto!

–Yo tampoco, así que ayúdame a pensar en algo.

–Esto es increíble, planeamos una pijamada exclusivamente para juntarlos, y no sabemos cómo.

–Como sea, tampoco quería pasar este fin de semana solo.

–¿Cuando vuelven tus padres, Noya?

–Se supone que el domingo por la tarde

–Hoy es viernes, así que tenemos mucho tiempo.

–No suficiente como para planear como juntarlos, –dijo Nishinoya– te recuerdo que en menos de dos horas los demás deben llegar.

–¡Son pequeños detalles!

.
.
.
.
.

Luego de ese pequeño malentendido por parte de Hinata, llegaron al hogar de Nishinoya. No era una casa llamativa, se podría considerar como una casa tradicional japonesa, tenia una cierta similitud a la de Hinata.

Kageyama, se le adelantó en tocar la puerta antes que el. No esperaron mucho -casi nada- al tercer golpe ya pudieron escuchar un ¡ya voy! De parte del anfitrión de la noche, y eso no fue lo único escuchado, se podían oír las voces de Ennoshita, Tanaka y Sugawara.

–Kageyama, Shoyo. –Noya les regaló una sonrisa– Bienvenidos, pasen, pasen. Esta haciendo algo de frío afuera.

–Noya-San, tu casa es muy bonita, me recuerda a la mía.

–Concuerdo con el idiota de aquí, Noya-San, tu casa es muy bonita.

–Muchas gracias chicos, pueden dejar sus mochilas en mi habitación.

–Holaaa –saludaron a coro, Suga, Tanaka y Ennoshita–

–Me alegra que hayan llegado chicos, por un momento pensé que Kageyama no vendría.

–Yo pensé lo mismo Tanaka-San. –dijo Hinata–

–A mi igual me pone feliz que estén aquí chicos. –sonrió Sugawara–

–Casi todos prometieron venir, –Mencionó Ennoshita– El único que tiene una excusa es Narita, sus familiares venían de visita, u él quería pasar tiempo con ellos.

–¿Como consiguieron que tsukishima quiera venir?

–Eso es muy sencillo, mi querido Hinata, –Dijo Tanaka– Tu senpai aquí presente sabe manejar a la gente.

–Le pediste a Yamaguchi que lo convenciera.

–¡De cualquier forma, indirectamente lo hice yo! –Exclamó Tanaka– Me haces ver como un mal senpai, Suga-San.

Kageyama tomó asiento en uno de los sillones de la sala junto a Hinata, y el resto de los chicos. Todos estuvieron de acuerdo en esperar a que llegaran los demás para empezar oficialmente esa pijamada.

¡Juntemos Al Kagehina!Waar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu