Crumbling

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Casper se sentó junto a Damon para poder jugar en el suelo con Renata, Derek, Ramson y Jezziel, los únicos niños pequeños de la familia. Jugaron a las escondidas, cantaron canciones y cuatro horas después, los cuatro niños se encontraban durmiendo en una adorable pila de pequeños lobitos. El suceso de esta mañana precipitó a Cas a preguntarle a Damon lo que le había carcomido desde hacía mucho tiempo respecto a ambos.

Había escuchado a un grupo de chicos murmurar sobre su relación con Damon. El brazo de Damon sobre sus hombros no había ayudado a mejorar la situación, porque el vampiro le acompañaba a cada clase y se encargaba de llevar algunos de sus libros, como el caballero italiano que era. Casper estaba consciente de que Damon sabía que no lo necesitaba, pero tenían un mutuo acuerdo de permitirle a Damon hacer cosas que él consideraba caballerosas. Después de todo, Damon le había dicho en San Valentín que planeaba cortejar a Cas a la manera antigua.

El grupito de adolescentes habían comenzado a murmurar que habían muchas chicas y chicos detrás de Damon, pero que simplemente estaban esperando a que Casper confirmara los rumores sobre qué clase de relación tenían. Eso fue lo que orilló al chico rubio a preguntarle a Damon:

—¿Qué somos?

El vampiro, con una papa frita suspendida en medio del aire y a punto de comerla, pestañeó varias veces en confusión. Dejó caer la papita para mirar a Casper con la boca abierta.

—No sé qué somos, Damon —el chico hizo un aspavientos, sus bonitos brazos moviéndose en el aire con exageración—. Es decir... ¿Somos novios? ¿Amigos con derechos? ¿Más que amigos? ¡¿Qué somos?!

Damon soltó una risa suave, dejando de lado sus papitas y acercando a Casper a él. Lo tomó de las solapas de su camisa de cuadros y Casper encajó entre sus piernas.

—Eres el amor de mi vida —le besó las dos mejillas, luego la frente, de último la barbilla.

—Sí, pero no puedo llegar y decir: "Hola, este es el amor de mi vida, Damon Salvatore. Damon, amor de mi vida, este es Fulanito de Tal" —remarcó cada palabra golpeando a Damon en el pecho con su dedo índice y sonando exasperado. Damon soltó otra risa y escondió el rostro en el cuello del chico.

—No suena nada mal. Yo digo que me presentes así a cualquier persona que veas. Yo diré: "Este es Casper Hale-Stilinski, amor de mi vida y mi futuro esposo". ¿Qué tal suena? Lindo, ¿verdad? —mordisqueó el lateral de su cuello.

—No seas idiota. En serio, dime qué somos —Damon soltó un suspiró y miró a Cas.

—No eres solamente mi novio o mi amigo. Ni siquiera mi esposo. Esas palabras suenan demasiado vacías y pobres, no encapsulan lo que significas para mí —se quedó en silencio un momento, luego se encogió de hombros—. Pero supongo que eres mi novio.

—¡Dios! ¿Tanto te costaba decirme eso?

—Sabelotodo —volvió a mordisquear su cuello, sacándole un gemido a Cas.

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—¿Qué habrías hecho si yo hubiera sido humano? —tenía la nariz escondida en el cuello del vampiro, inhalando sólo su colonia y su aftershave, porque él no tenía los sentidos mejorados que los demás hombres lobo de su familia y no podía oler la esencia de su piel. Era bastante humano en ese sentido. Lo sintió tensarse contra su cuerpo y apretarlo más a él.

—No lo sé —susurró. Le bajó el volumen a la televisión para poder escucharlo mejor—. Los doppelgangers sólo son similares en apariencia y no en personalidad, así que buscarte no es una opción. Sólo hay uno como tú —le murmuró, mirándolo por fin. Casper le acarició la mejilla, odiando haberle preguntado eso porque se veía y se escuchaba vulnerable—. No sabría qué hacer.

Teen Wolves [En Edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora