Mi destino era morir joven y ser recordado como "él pudo ser un buen Sultán".
Mi destino era ser una mujer sumisa y ser olvidada por el tiempo.
Pero la ambición de nuestros padres lo cambio todo.
Estoy aquí para demostrar que soy el mejor Şehzade y...
Esta es la historia de un príncipe destinado a morir joven y de una princesa destinada a ser solo una mujer sumisa, pero la ambición de sus padres cambiará el destino de ambos y del Gran Imperio Otomano.
Todos verán qué el príncipe, a quien consideran un cordero es en realidad un poderoso león capaz de acabar con quien sea con tal de proteger a sus seres queridos, la princesa quien tendría que ser sumisa es en realidad una verdadera guerrera dispuesta a sacrificar hasta su propia vida con tal de que su esposo sea el siguiente Sultán.
No habrá nadie capaz de detener el surgimiento de los nuevos Sultanes, quienes llevarán al Imperio Otomano al mayor de sus esplendores, reformarán una institución antigua por una capaz de poner orden en todo el Imperio y pondrán fin al fratricidio.
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Me conocieron como Irina princesa de Dinamarca y Noruega.
Llegué a Estambul para convertirme en la esposa de uno de los hijos del Sultán Suleimán. Pensé que mi vida se había acabado para siempre, qué me vería ahogada en este mar de traiciones y engaños, pero eso cambió cuando conocí al hombre que me haría sentir la dicha del amor y con quien viviría la mejor de mis primaveras, por quien estaba dispuesta a hacer todo lo necesario para que él se convirtiera en el próximo gran Sultán.
Soy la esposa legal del Şezhade Mehmed, madre de sus hijos los Şezhade's Korkud, Ahmed, Ömer, Alaüddin, Kasim, Husein, Hüseyin, İshak, Alemşah y Ali, y las Sultanas Gevherhan y Zahide.
Esta es la historia de cómo aprendí que la Lealtad es lo más importante y que no importa mancharse las manos de sangre con tal de sobrevivir en este palacio de traiciones.
Estoy aquí para dejar mi marca en la historia cómo la Sultana más poderosa del Imperio, soy Hümaşah Haseki Sultan
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Me conocieron cómo el Şezhade Mehmed, hijo favorito del Sultán Suleimán y de la Sultana Hürrem, aquel que no estaba destinado a llegar al trono, pero cuando ella llegó a mi vida supe que lucharía en contra de quien fuera por su amor, no permitiría que alguien le hiciera daño y tampoco que tratarán de separarnos. Hümaşah Sultán, la mujer que me demostró que a veces es necesario hacer hasta lo imposible por mantenerse con vida, donde en esta batalla por el trono solo el hijo más capaz es el ganador.
Todos sabrán porque soy digno hijo del gobernante del mundo, que nadie se podrá interponer en mi camino al trono sin sufrir las consecuencias de traicionar me y herir a quienes más quiero. Estoy aquí para dejar mi marca cómo el mejor Sultán del Imperio Otomano, soy el Sultán Mehmed III.
Larga vida al Sultán Mehmed y a la Sultana Hümaşah.
