Complicated [BL] Hua x Wei x Luo

prólogo

El patriarca Yiling

 finalmente está muerto.

 El amuleto del tigre estigio había sido destruido.

 El General Fantasma ya no existía.

 ¿Qué tan bueno sería si eso fuera realmente cierto? 

Wei Wuxian no lo sabía, pero hubo un momento en el que realmente esperaba un final en el que no saliera vivo. Donde su existencia estaba completamente deteriorada.

 Porque, de hecho, ¡todo lo que pasó fue culpa tuya! Culpa a tu imprudencia e ignorancia. La destrucción del Lotus Pier, la muerte de Madame Yu, el Maestro Jiang Fengmian y todos los discípulos de la Secta Yunmeng Jiang. Todavía recordaba esa noche. Las imágenes aún vivas en sus recuerdos, grabadas en su retina, donde llamas de fuego bailaban sobre los escombros y los cuerpos sin vida de sus compañeros. Donde el sonido invadió sus oídos, el sonido agudo de las espadas chocando, los gritos de desesperación de los jóvenes cultivadores que apenas avanzaron a la edad de dos dígitos. 

Fue como una sinfonía infernal. Wei Wuxian luego comenzó a sentir una rabia ardiente ardiendo dentro de él, que reprimió hasta tal punto que pensó que explotaría en algún momento. Estaba enojado con la Secta Qishan Wen por todo el dolor que causaron, enojado con Jiang Cheng por sus actitudes egoístas y lo cegado que estaba por el odio. Lo peor de todo es que Wei Wuxian estaba enojado consigo mismo, un profundo odio por su incapacidad para proteger a los que amaba, sus actitudes mezquinas y sus pensamientos visionarios. ¿De qué sirvió haber hecho todo lo que hizo, para que al final le trajera aún más dolor? ¿Tener todo ese poder, ya que no podría salvar a nadie? ¿Cuál fue el punto de haber ayudado en la Campaña para derribar el sol si la mayoría de los que lucharon a tu lado se volverían en tu contra a la primera oportunidad?

 El resultado sería solo un final trágico, donde nuevamente, perdería a quienes amaba. Jin Zixuan, Jiang Yanli y la gente inocente del clan Wen, ninguno de ellos volvería jamás. Todas esas escenas de cariño quedarían solo en tus recuerdos, donde poco a poco se irían difuminando. Ya no se burlaría de Jin Zixuan. 

Ya no vería la hermosa sonrisa si su Shijie. Ya no comería con todos los miembros del clan Wen, como una gran familia feliz. 

Ya no enterraría a A-Yuan en sus aburridas tardes, ni se habría agarrado de las piernas. Porque estaban todos muertos. 

"¡Sería más fácil si murieras!" - Dijo Jiang Cheng, cuando lo salvará de ahogarse en ese mar infinito de remordimientos. - "¿Cómo recordarás todo lo que hiciste si no estás vivo? ¿De verdad quieres seguir siendo malo? ¿De verdad crees que poniendo fin a tu sufrimiento los traerás de vuelta?"

 Wei Wuxian lo conocía, lo conocía lo suficientemente bien como para saber que sus duras palabras cubrían su deseo de caer en la desesperación, que sus palabras en realidad significan casi lo contrario de lo que dijo. Ante esa situación, en el momento en que estaba dispuesto a renunciar a todo, siendo presionado por tales palabras. Wei Wuxian sintió que era casi imposible contener las lágrimas, porque, solo quería que Jiang Cheng lo odiara y lo culpara por todo lo que sucedió, sería más fácil de aceptar que ese gesto de afecto que no era digno de recibir. Era como si sus palabras le dijeran: 

"¡Hurra! No quiero perder a nadie más, ¡así que vive!" Wei Wuxian quería golpearlo y decirle lo estúpido que era, pero al mismo tiempo quería abrazarlo con todas sus fuerzas y decirle que lo amaba y que siempre sería su hermano pequeño. Que sabía que él siempre tenía la razón y que debería haber escuchado sus palabras.

 Pero era demasiado tarde para arrepentirse, demasiado tarde para que él dejara de lado sus heroicos y mezquinos ideales. Y luego, para el mundo, el terrible Patriarca Yiling estaba muerto. Había sido asesinado por su Shidi, Jiang Cheng, el actual líder de la Secta Yunmeng Jiang, de una manera tan brutal que su cuerpo quedó completamente destruido. 

Y tal como lo deseaba Jiang Cheng, Wei Wuxian viviría.