"Esta guitarra debería tener un nombre".
Mis ojos se clavaron en la mano gruesa que sacó un bocadillo de su mochila. Él se inclina y está tan decidido a hacer que la espiga de la guitarra quede alineada sobre la mesa. Había tantos tipos de picos: gruesos y delgados. No sé cómo los fabricantes produjeron este tipo de cosas. Todo lo que sé es que me está ignorando.
"¿Estás escuchando?".
"¿Qué?". Su rostro afilado me miró. Sentí que interrumpí su selección de picos con meticulosidad. No estoy feliz por eso.
Los dos nos sentamos a la sombra de un árbol en la mesa de mármol. Tanto sus amigos como los míos salieron a comprar comida y aún no han regresado. Lo que queda es solo este loco bastardo que está demasiado ocupado con sus espigas y yo.
"Esta guitarra es mía ahora, así que debería nombrarla".
"Idiota".
Pero cuando vio mi rostro, Sarawat puso los ojos en blanco y luego miró al cielo como si estuviera pensando un momento.
"¿Qué tipo de nombre quieres?".
"Quiero un nombre que muestre mi personalidad".
"Mierda".
"..." Respondió sin pensar. Espera un minuto, ¡No lo aceptaré! ¿Mi cara realmente encaja con la palabra 'mierda'? Si lo cambia a 'guapo', entonces no tendré ninguna objeción. Pruébame.
"Esa es tu personalidad por dentro y por fuera".
"¡Te odio!".
"Realmente no me odias. Vamos, di que te gusto".
"Cállate". Rápidamente lo corté y luego dejé escapar un profundo suspiro. Pienso en otros nombres para deshacerme de mi irritabilidad. Pensé en un nombre y pedí la opinión de la persona que tenía enfrente.
"Scrubb".
"No funcionará. No se adapta a la marca Scrubb".
"Estoy cansado". Realmente lo estoy. Y me está tomando el pelo todo el tiempo.
"Tu cara se ve estúpida, no cansada". Frío. Me regañaron de nuevo. Me estoy frustrando porque no puedo pensar en nada. Entonces, tomé un dulce para comer.
"¿Es Rola un buen nombre?". Estoy pensando en la chica de las películas porno. Ella es tan sexy. Pero la respuesta que obtuve me deprimió aún más.
"Esa guitarra es un hombre".
"¡Oye! Es una guitarra, no un perro. No hay género para esto".
Se negó replicar. Simplemente se sentó y me miró fijamente, su comportamiento implica que está pensando en algo malo. Se está lamiendo los labios mientras sus ojos penetran los míos. Puedo decir que ahora parece un perro, un perro con tantas ganas de morderme.
"¿Quieres un dulce?". Él no responde, así que rápidamente moví la bolsa de dulces para que él los vea.
"No quiero dulces. Te quiero a ti".
"¡Vete a la mierda!".
"Eres muy lindo".
"Deja de mirarme. No te dejaré mirarme". Extendí la mano para empujar la cara de Sarawat. Estoy sufriendo mucho con su comportamiento, quería que se volteara hacia el otro lado, pero este bastardo es muy persistente en mirarme.
"No tienes que mirarme. Solo déjame mirarte".
"Bueno, siempre puedes pensar en mí también".
"No seas tan terco. Vamos, déjame morderte".
