17

5.9K 468 12
                                    

Retoqué mi lápiz labial rojo antes de salir del auto.

-¿Lista para
divertirte?- sonrió Jo.

-Muy lista- afirmé y las dos nos dirigimos a la casa.

Una vez que ingresamos, las luces estaban apagadas, pero había algunas de colores que permitían indentificar un poco a las personas.
Todos bailaban sonrientes, algunos más ebrios que otros. Entre ellos, Jason, que nos recibió apenas cruzamos el umbral.

-Aquí está mi bella dama y su amiga- sonriente besó a Jo.

-¿Ya estas borracho?- se burló ésta.

-¿Yoooo? Nooo- exclamó ofendido

Jollie rodó sus ojos.

-¡Vamos a bailar!- nos jaló de las manos a las dos, arrastrándonos a la pista.

Entre risas comenzamos a movernos al ritmo de la música. Estábamos pasando un excelente momento. Sentía que al fin estaba disfrutando después de tanto.

De pronto un muchacho con tez morena se acercó a mí, y ofreciéndome su mano me preguntó:

-¿Quieres bailar?-

Asentí un poco tímida. Jo me guiñó el ojo y Jason por su parte me dirigió una mirada extraña, que no supe decodificar.

Comenzamos a bailar y por suerte él me guiaba. Mientras tanto charlamos sobre algunas cosas triviales, parecía una persona muy divertida. Además era muy atractivo, llevaba una camisa blanca que resaltaba su piel y sus ojos que eran claros.

Sus manos se colocaron en mi cintura y me miró muy fijo. 
Por un momento pensé que iba a besarme pero mientras se acercaba a mi rostro, su mirada se desvió unos centímetros.

-Creo que a tu novio no le está gustando ésto- susurró un poco nervioso, soltando mi cintura.

-¿Novio? ¿De qué hablas?- reí pensando que bromeaba ya que era muy divertido.

-Él- señaló con su cabeza y me volteé confundida.

Maldición.

Era él. Oliver estaba de pie junto a una columna, recargando su peso en ella, con los brazos cruzados. Nos miraba de manera seria y hasta a mí comenzaba a asustarme.

-Oh no, él no...- me dí vuelta para aclararle pero ya no estaba. Me había dejado sola en el medio de la pista.

Genial. Gracias Oliver.

Sin siquiera voltearme a darle el gusto, decidí ir al baño. Imaginé que debía estar sonriente, triunfal. ¿Acaso no le había bastado con lo de ayer? ¿Aún seguía con ganas de jugar conmigo?

Luego de dar un par de vueltas en la enorme casa buscando la habitación, la encontré.

Ingresé a la misma y cuando iba a cerrar la puerta, una fuerza externa la abrió y me obligó a alejarme un poco de ella.

-¿¡Qué haces?!- chillé en cuanto lo ví.

Él me ignoró, como siempre solía hacer,  y cerró tras de sí la puerta.

-¡Oliver!- exclamé furiosa.

-Shh. Sólo quiero hablar contigo-

-Yo no- me acerqué a la puerta pasando a su lado.

Con dulzura me tomó de la muñeca y sentí una electricidad al instante de notar su tacto. Me giró para enfrentarlo y me aprisionó contra la puerta.

-Por favor-

-No tenemos nada que hablar- lo miré seria.

-Necesito explicarte algunas cosas...-

-¿Que me usaste?- lo interrumpí - Eso ya lo has dejado muy en claro-

-No, Cat- suspiró.

-¿Vas a negármelo?-

-No pero, escúchame por favor. Al principio sí lo hice. Te ví en esa fiesta y te reconocí enseguida, tienes la mirada de tu padre... Luego lo confirmé cuando me dijeron tu apellido.-

-¿Y cuál era el plan?- pregunté enojada.

-Al principio no había un plan... Por eso simplemente te ignoraba. Pero luego... Se me ocurrió que podría enamorarte y luego romper tu corazón... No sé, ¡Fue una estupidez!- exclamó desesperado -Ni siquiera tiene sentido. No podía lastimar a tu papá, pero quería que alguien que él ame sufra, así también  lo hacía-

Me quedé en silencio mirando sus brillosos ojos, dolida.

-¿Y luego?-

-Luego vino el cumpleaños de Jason...  No estaba en mis planes besarte. Solo quería que tú te enamoraras. Pero bailamos y la pasamos tan bien... Estabas tan hermosa, que enloquecí y te llevé a un lugar más privado para estar contigo. Sabía que estaba mal besarte, eso se alejaba de mi plan. Pero no pude resistirme. -

Permanecí muda.  Entonces sí había deseado besarme, ¡Lo sabía!

-Y ese beso Cat... Tus labios me volvieron loco. Y cuando  de repente la imagen de mi padre se cruzó en mi mente, te aparté y huí como un cobarde, decepcionado de mí. -

-Sabía que no estabas borracho- agregué. Él rió con suavidad.

-Claro que no, estaba muy consciente, disfrutando de cada uno de tus movimientos. -hizo un silencio breve- Y finalmente me dijiste que era un idiota. Supe que te estaba perdiendo, que te alejarías de mí. Y te propuse salir. Pero no era parte del plan... Realmente quería hacerlo, quería volver a besarte-

-Y lo hiciste, pero de nuevo te alejaste-

-Me sentí un inútil una vez más. Hasta que me enfrentaste furiosa y supe que era la hora de decirte la verdad. Pero Cat, yo te lo juro, que todos mis besos fueron reales, todo lo que te conté de mí también. Perdona por lastimarte-

Se quedó en silencio esperando una respuesta.

-Yo... -balbuceé -Me sentí terrible cuando todas las verdades cayeron sobre mí esa noche-

-Lo sé, no tenías la culpa. Ni siquiera sabías el pasado de tu padre. No tendrías que haberte enterado así... En serio, lo siento-

Asentí en silencio. Sus palabras eran sinceras, lo veía en sus ojos.  No había apartado su mirada de la mía en ningún momento del relato.

-De acuerdo si, acepto tus disculpas. Y... en serio lamento lo de tu padre...- murmuré avergonzada.

-No hablemos de eso ahora. - me interrumpió -Cat, eres una mujer increíble... Estás tan hermosa-suspiró acercándose a mí aún más- Casi echo a patadas al muchacho con el que bailabas recién-

Sonreí ante sus palabras. Me encantaba ésta versión suya.

-Pobre, lo espantaste-

-Estaba tocando a mi chica...- murmuró cerca mío.

-¿Tu chica?-  cuestioné

¿Quién eres realmente? (2° Libro)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora