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Los días habían comenzado a ser fríos y oscuros todo el tiempo, no era mucho lo que podía hacer con las limitadas opciones que mis padres me habían dado. 

O te unes a los mortífagos o te casas.

Por el momento estaba descartando ambas, aunque preferiría la primera mil veces antes que la segunda. 

Aparecí en Hogsmeade, hacía mucho tiempo que no veía a Daphne y esta sería una buena oportunidad para conversar. Era sábado y sabía que las salidas a pesar de todo seguían teniendo lugar en el pueblo. Mi amiga me había escrito y habíamos quedado de reunirnos en la plaza principal junto a la pileta, la nieve caía suavemente y congelaba el agua dentro de la fuente. Luego de mi expulsión no había vuelto a los alrededores del castillo, no porque me sintiera exiliada, si no porque era una etapa pasada para mí, ya no era parte de la magia de esos muros altos e irrompibles. 

¿El destino existía realmente, era algo que pudiésemos cambiar? ¿O sólo era una fantasía que los libros de aventura donde el héroe logra salvar el mundo habían inventado?

De pronto la figura de Daph apareció a lo lejos y me saludó con la mano en alto, sonreí al ver su lacio cabello rubio, me hacía falta ver caras conocidas y amigables; no como las de mis padres que me odiaban por el hecho de estar encerrada en casa todo el día. 

— ¡No sabes la felicidad que me causa verte, Perséfone Nox Rosier!— chilló mientras nos abrazábamos — Este castillo es demasiado aburrido sin tí.

— Oh, porfavor Daph; dime algo que no sepa porfavor—  mencioné para después estallar en risas. Las carcajadas de mi amiga eran una de las cosas que más me gustaba escuchar en el mundo, ella era uno de esos seres que contribuían a que mi existencia no fuera tan miserable. 

—  Debo decirte algo que no sabes, claramente— se jactó— ¡Pietro va a viajar con su familia a pedir mi mano oficialmente! ¡Nos casaremos a lo que termine la escuela, es un hecho!—  Sus manos tomaron las mías y su rostro se llenó de ilusión al mencionar el nombre de su enamorado. 

No pude hacer más que abrazarla, no pensaba que eso fuera a tener lugar en tan poco tiempo; pero ella realmente le amaba y si estaba segura pues estaría feliz por su unión.

— No sabes lo feliz que estoy por tí, Daph. 

— ¡Oh no mientas, Sefi! Sé que odias todo lo que tiene que ver con matrimonios y cursilerías de este estilo, no sabes mentir. 

—¡No seas mal hablada, estoy sumamente feliz por tí! Además puedo notar que él realmente te ama, su romance no acabó con la distancia y que tú estés enamorada me hace dichosa—  murmuré con una leve sonrisa en mis labios—  No soy tan perra como todos creen. 

Ella se enganchó a mi brazo mientras me hablaba de todos los preparativos, que su madre ya estaba arreglando la casa para recibir a los invitados, que estaban pensando en donde sería la ceremonia, quiénes estarían invitados, qué periódico cubriría el evento, los detalles de su ajuar, entre otras cosas que a mi amiga no la hacían estar más feliz sólo porque no tenía un tamaño más grande. 

— Necesito ir a la tienda de esoterismo, necesito prender una vela roja todos los días para que el fuego de nuestro amor no se marchite nunca. 

Fruncí el ceño y le observé con asombro.

— Por favor no me digas que te empezaste a juntar con Padma Patil y Lavender Brown. 

— ¡No! Soy Slytherin, recuérdalo.

— Pues estás actuando como ellas; de verdad que deberías verte, estás como loca — puntualicé—  Eso o te dieron una fuerte poción de amor que te tiene con las hormonas al límite, ¿Quieres controlarte? pobre Pietro, pareces perra en celo. 

𝐓𝐇𝐄 𝐈𝐂𝐄 𝐐𝐔𝐄𝐄𝐍¹ «𝐍𝐎 𝐒𝐀𝐁𝐄𝐒 𝐌𝐄𝐍𝐓𝐈𝐑» [G.Weasley/V.Krum] Where stories live. Discover now