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Dos años atrás...

De golpe abrió los ojos.

¿Por qué no podía moverse?

Sus ojos miraban atónita su cuerpo desnudo, sin darse cuenta sus mejillas ya se sentían húmedas a causa de las lágrimas involuntarias, comenzó por faltarle el aire. Su respiracion era errática que en cualquier momento podría desmayarse.

Su mente trataba de recordar donde estaba la última vez, de repente una imagen borrosa llegó a su memoria; una habitación, atada a la cama con una intravenosa.

Se aconsejo así misma no mirar a su alrededor y descubrir dónde estaba realmente, una voz hostil que provenía de la puerta le hizo encarar su destino.

—¿Sabes qué le pasan a las niñas que dicen mentiras? —se niego a creer que ese sujeto estuviera delante de ella.

Quiso moverse pero las esposas en manos y pies no la dejaron, además por dónde podría ir, si aquel hombre la había colgado del techo exponiendola.

—¡AUXILIO!, —grito, sabiendo que nadie la escucharía—. ¡AUXILIO! —ella sabía que era un intento estúpido, nadie vendría a ayudarla.

—¡CÁLLATE NIÑA ESTÚPIDA!! Me das las claves o atente a las consecuencias —amenazó sin ninguna expresión de arrepentido, de su chamarra saco una navaja que acerco lentamente al cuerpo desnudo de la jóven.

—Suéltame, te lo suplico. No lo hagas —decía sollozando, se repita que eso no está pasando, deseaba que fuera e una pesadilla.

Sin embargo el miedo se hizo presente al sentir como ese degenerado empezó a mover la navaja por sus pechos, mientras la otra palpaba su zona íntima.

—No dirás nada, ¿Verdad?.

Negó una y otra vez, ella sabía que pasaría después, por más que tratara de moverse tratando de alejarlo, sus esfuerzos eran inútiles, él sin pensarlo presionó aquella navaja sobre el pecho de la chica, la herida fue profunda que de inmediato la sangre broto, pero el hombre no perdió tiempo y se acercó a beber del líquido. La joven solo podía moverse quería gritar pero sabía que si lo hacía esa persona haría más cortes en su piel.

Él hombre le encantaba tenerla a su merced, a pesar de la poca edad que poseía, era una mujer hermosa, con un cuerpo bien proporcionado, se bajó el pantalón y se posición de tras de la chica, la penetró fuerte y sin medirse. La joven lo único que pudo hacer fue gritar y rogar que la dejara, suplicó varias veces que le dolía, pero él no escucho, su sangre salía de su cuerpo sin compasión.

La joven solo deseaba que eso tuviera fin, sus gritos se convirtieron en murmuros. Y le dió paso al llanto, deseo ser libre, solamente era una niña...

Él dejo de moverse, y salió de la joven para después  acomodarse el pantalón y pasar de nuevo al frente, él la observó con asco.

—Ni para coger sirves.

Le recriminó con molestia aún sabiendo que la joven no tenía la culpa, no obstante con alguien tenía que descargar todo la furia acumulada. Sus planes no estaban saliendo segun lo planeado.

En un segundo la chica sintió el puño del psicópata estamparse en su rostro, lloró aún más, otro sobre se nariz y el rojo carmesí empezó a sentirse caliente, uno más, fue directo a su labio, un sabor metálico inundó su paladar.

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⏰ Last updated: May 05 ⏰

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LOST AND FOUND 1: Noches Oscuras ®Where stories live. Discover now