Una vez escuché que lo imposible es por definición probable y eso les pasó a Cecilia y Paco, que aunque el mundo girara en su contra el tiempo puso a cada uno en el lugar que merecía, que era en los brazos del otro; porque cuantas más barreras le pongas al amor más ganas le entran de seguir amando, aunque todos digan que no es lo correcto pero sinceramente ¿Por qué no? ¿Qué hay de malo en querer estar con alguien que te hace feliz? Joder, con los amores de verano que son para toda la vida, al final no es cuánto tiempo dures con una persona si no lo que te marque sin segundos que lo cuenten, y ellos son el claro ejemplo. Cecilia y Paco lucharon pero a veces terceras personas hacen que te rompas, quizá pudieron haber mandado todo a la mierda desde el principio, haberse besado y dicho "Nada nos pasará" pero se separaron o la vida quiso separarlos, pudieron haber sido más valientes, está bien, pero si lo hubieran sido, todo abría salido bien desde el primer momento y tal vez no sabrían valorar su amor. Cartas que nunca llegaron, abrazos por dar, cuánto tiempo perdido y no por su culpa, sin embargo, el tiempo al final me ha dado la razón, porque soy de las que piensa que cuando dos personas están destinadas a encontrarse lo harán. Ellos volvieron a verse, volvieron a caer y aunque no lo supieron hasta ese momento, estaban hechos el uno para el otro y que bien suena poder decirlo, se dieron cuenta tarde pero a veces es mejor tarde que nunca. Y todo esto ocurrió con una amor de verano. Joder con los amores de verano, que al final sin que lo esperes, a veces duran para toda la vida.