Conocerte fue lo mejor que me pudo pasar en aquel entonces. Tu sonrisa fue la mejor droga para alguien inespercto y con ganas de probar, como lo era yo en aquel entonces. Alegría, felicidad, bondad, comprensión amor... y odio; ese fue el último sentimiento que tuviste hacia mí. Fue lo último que ví en tu mirada, cuando aquel gatillo fue disparado por mi propia mano. Tus ojos eran un poema que no todos pueden apreciar, tu cuerpo una escultura que pondría al mismo Picazzo a tener envidia, y tu voz... Esa voz que supera todas las melodías que un día llegué a escuchar. Hoy me arrepiento, hoy me soy consciente del error que cometí, hoy comprendo que nunca fuiste tú. Siempre fui yo queriendo escapar de la oscuridad que la que vivo desde niño, queriendo un poco de esa luz que tú proyectabas. Es una lástima que hoy tú no estés y yo tenga que contar esta trágica historia. Iniciada el 1/01/2021.