Anahi soñaba con encontrar su amor, el que la haría sentir la mujer más especial del mundo. Pero con su apariencia y sus elecciones todo lo que obtuvo fueron demasiadas heridas en su corazón y demasiadas lágrimas para llorar en el hombro de su mejor amiga. Alfonso se contentaba con acariciar su cabello y calmar su dolor, pero lo que más deseaba era su corazón... ¿qué hacer cuando no puedes pasar del rango de mejor amigo? Otra de las historias de la dueña que la escribe en portugués Debaya