« Sus ojos carmesí ya no podían contener su angustia. Su pecho estaba siendo presionado a causa de palpitaciones que su corazón ya no podía controlar. Lo que estaba ella presenciando en ese momento no se lo deseaba a nadie. El dolor físico que sentía no se comparaba en nada a lo que su alma sufría. Ella no podía seguir mas en aquel infierno, aquel infierno que no se atrevía a llamar hogar. »