El cantar de un demonio

Capítulo 4

Mientras el chico misterioso y el mercenario caza demonios terminaban su conversación, en el piso justo sobre sus cabezas Morrison se encargó de dar una pequeña habitación a la cantante para que pudiera pasar la noche, posteriormente el hombre tomó una silla y se sentó frente a la joven para hablarle un poco acerca del peculiar don que poseía en su voz.

-Por lo que pude notar, tienes algo de conocimiento respecto a tu voz. Aunque... en base a lo que ocurrió esta noche diría que no conoces a fondo tu ¨talento¨. - Inquirió el hombre mientras sacaba un puro del bolsillo interno de su saco. - Dime ¿qué es lo que sabes al respecto? Y yo te diré lo que necesitas aprender. - Encendió el puro y le dio una pequeña calada mientras esperaba la respuesta de la peli negra.

-A decir verdad, me tomó por sorpresa cuando ese chico; V me dijo que yo misma había llamado a esa horda de demonios... hasta esta noche solo sabía que podía destruirlos con un grito gutural... pero no tengo idea de cómo ¨afinar¨ mi voz para conseguir atraerlos.

-¿¨Afinar¨?

-Si, bueno... la diferencia entre un gutural común que uso en el escenario y el que utilicé para defendernos de esos demonios es la posición de mi diafragma y cuerdas vocales... además claro de que para destruir demonios mi voz suena más potente... no sé cómo explicarlo, pero es como si mi voz contara con un amplificador o algo por el estilo... es también por eso que supongo que mi cuerpo no lo tolera y termino por desmayarme, hacer un gutural como el de esta noche significa un sobre esfuerzo muy significativo para mi cuerpo.

-Ya veo... Bueno, al parecer tienes una buena idea de tu habilidad, eso nos ahorra tiempo... Como acabas de decir; tu habilidad y tu voz para cantar tienen dos diferencias básicas: la potencia y energía que requieres para realizarlas y la posición de tu diafragma y cuerdas vocales. Aunque creo que para atraer a los demonios esas diferencias son más estrechas o simplemente lo haces sin percatarte y eso es un problema que puede traerte problemas o la muerte misma.

Morrison le explicó a la joven cantante que este talento suyo es algo que solo se había visto antes en criaturas demoniacas o míticas como sirenas o ninfas de los bosques, era extremadamente raro encontrar a un humano con dichas habilidades, por eso mismo la agencia había puesto la mirada sobre ella con la esperanza de que se uniera a la agencia caza demonios, en caso de rechazar la oferta, de igual manera el moreno tenía planeado enseñarla a dominar su habilidad para evitar que la joven se pusiera en riesgo a sí misma o a más personas como desgraciadamente había sucedido esa misma noche.

El solo recordar la cruda escena de todas aquellas criaturas del averno devorando y descuartizando a todas las personas en aquel concierto hizo que la joven se decidiera a formar parte de la agencia a cambio de las ¨lecciones¨ para dominar su peculiar don. 

-Muy bien. - Dijo Morrison y se levantó de su asiento para entregar a la joven un pequeño libro de cubierta dura color rojo con pequeños detalles dorados. - Lee esto, aquí encontrarás todo lo que necesitas saber, enfócate principalmente en la voz que atrae luego perfeccionaremos tu pequeño detalle de energía al usar la voz que destruye.

-Espere ¿Solo esto? Creí que usted me enseñaría personalmente.

-Oh cielos, no. Lo lamento, pero tengo asuntos pendientes. - Se acercó a la preocupada muchacha y posó una mano sobre su hombro para animarla. - Vamos, será como leer un instructivo, esto será pan comido para ti, sé que en menos de una semana podrás perfeccionar esto. - El hombre se encaminó a la puerta de la habitación. - Puedes quedarte aquí el tiempo que gustes siempre y cuando pagues el alquiler, ya he pedido a dos ¨amigas¨ que traigan tus cosas hasta aquí por si quieres cambiarte el vestuario o instalarte aquí, y nuestra mejor armera me ha dado esto. - Sacó del bolsillo de su pantalón un par de pistolas y la colocó sobre el mueble más cercano a la puerta. - Considéralo un regalo de bienvenida, de mi parte.