capítulo 3

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Después de alejarse un poco del lugar, el joven, quien ahora se había autodenominado ¨V¨, y su acompañante se encaminaron hacia un callejón solitario en el cual pudieran conversar acerca de su nuevo ¨trabajo¨. V procedió a sentarse sobre un contenedor de basura cerrado para sacar de su bolsillo el sobre que aquel hombre le había dado. 

-¿Y bien? ¿Que hay en ese sobre? - Preguntó su plumífero acompañante. - Y por cierto ¨V¨ ¿Es en serio? ¿No pudiste elegir un nombre más obvio? ¿Y cómo se supone que debo llamarme yo? ¿¨P¨ por pájaro?

El de cabellos azabache no hizo más que encogerse de hombros ante el discurso de su compañero a quien sugirió el nombre de ¨Griffon¨, mismo que al parecer había agradado al ave, y procedió a abrir el sobre que tenía entre sus manos; en el interior de éste se encontraban un par de papeles con la fotografía de una mujer de tez blanca, ojos grises como la plata del mango de su bastón y una larga cabellera negra y ondulada que parecía llegar a la altura de sus codos, la chica se veía bastante joven, de entre 25 y 27 años tal vez, aunque por el maquillaje que llevaba encima: labios de un color rojo intenso, delineador negro alrededor de los ojos, largas pestañas falsas y parpados coloreados de negro y azul marino, era lo que la hacía ver tan joven. Junto a las fotografías se encontraban escritos los detalles acerca del concierto; la fecha, hora y lugar del mismo, el tiempo que la chica estaría a la vista y lo que se sabía acerca de su peculiar don, no aparecía su edad pero si lo que en ese momento V interpretó como el nombre de la joven: ¨Bloody Queen¨.

-Vaya nombre, aunque no podemos quejarnos con los nombres que nos acabas de poner ¿Cierto ¨V¨? - El joven seguía concentrado en la foto de aquella mujer. - ¡Tierra llamando a V! ¿Me estas escuchando?... Oye no, no, no, no, que ni se te ocurra, niño.

-¿Y ahora qué?

-No me quieras ver la cara amigo, no tenemos tiempo para que te diviertas descubriendo más cosas inútiles sobre los sentimientos humanos.

-No sé de qué demonios estás hablando, solo trato de memorizar sus rasgos. - Dijo algo irritado y se guardó la fotografía en el bolsillo trasero del pantalón. - En fin, ya casi inicia el concierto, nos dieron un boleto de primera fila, solo tenemos que ir y sacarla de ahí.

-Y luego tendré que hacer de niñera de dos humanos ¿Verdad?

-No, pero será mejor que no hables, la gente podría asustarse si ve a un ave tan parlanchina como tú, tendrás que ir como mi mascota. - Sonrió de manera burlona al decir esa última palabra.

El enorme pájaro demoniaco refunfuñó ante tal comentario pero terminó por acceder con tal de que todo terminara pronto. Ambos se encaminaron hacia el lugar en donde se llevaría a cabo el concierto; parecía ser un estadio de deportes no muy grande, en las marquesinas de la entrada al lugar y en las playeras de muchas de las personas que se encontraban a la espera del evento se encontraba la imagen de un grupo formado por cuatro hombres, al parecer la chica que él estaba buscando solo sería el tema de apertura para la verdadera banda, solo unas cuantas personas llevaban algunos artículos con el nombre de ¨Bloody Queen¨ en ellos. Al mirar a la gente a su alrededor V se dio cuenta que no tendría problema alguno para pasar desapercibido; La ropa que hasta ahora había llevado parecía encajar perfectamente con aquella gente, ni siquiera llevar a Griffon sobre su hombro pareció importar o alarmar a las personas, incluso un par de personas pidieron permiso para tocar a la enorme ave.

El joven por fin llegó hasta su lugar justo frente al escenario, sacó de su bolsillo la fotografía de la chica para verla una última vez, quería cerciorarse de no cometer errores, aún no sabía exactamente como la sacaría del lugar sin causar alboroto pero terminó por dejar todo a la suerte. 

El cantar de un demonioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora