seis

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La noticia salió en cada noticiero de Corea.

—La esposa de Kim Namjoon, la señorita Kim Jungah, fue asesinada esta noche mientras cenaba con su esposo y otros políticos

Yves sabía que estaba en un gran problema. Desaprovechó semejante oportunidad y mató a la madre de quien debía realmente matar.

Su teléfono sonó por tercera vez. Atendió, temerosa, sabiendo que era el señor Park.

—¡¿Qué fue aquello?!

—Tranquilícese. Fue un malentendido. Disparé para matar a Kim Jiwoo pero se interpuso y la bala impactó en ella

Escuchó el suspiro pesado al otro lado de la línea y como trancaba la puerta.

—Te daré una última oportunidad porque escuché muy buenos comentarios de otros compañeros que pidieron tus "servicios", pero si me fallas te las verás conmigo

—No le fallaré, quédese tranquilo

Finalizó la llamada, estresada por el lío en el que se había metido.

Salió a tomar aire para aclarar su mente, y vagó por las calles de la ciudad.

Cuando quiso ver estaba enfrente del edificio en el que mató a su anterior víctima, Jungeun. Se sintió mal por un momento.

Reflexionó y se dijo a sí misma "¿por qué hago esto? ¿Qué gano yo?".

Recordó su infancia y lo dura que había sido. Luchar por sobrevivir, vivir con poco y nada, pasar días sin comer. Las cosas se fueron dando y así terminó, matando gente para ganarse la vida.

Sintió una voz familiar a sus espaldas, y al darse la vuelta vio a Jiwoo salir del edificio. No estaba sola, se encontraba con una chica de cabellos rubios.

—¡Hola Jungeun! Que coincidencia verte aquí.— notó el tono apagado de Jiwoo.

—¿Jungeun?— la rubia miró en todas direcciones y suspiró.— Lo siento, es que...

—Nono, no pasa nada.— saludó la pelinegra.

—Nos vemos mañana, Jiwoo. Voy a descansar

—Tranquila, Jinsoul. Nos vemos mañana.— Al escuchar el nombre la mayor abrió grande los ojos. Era la chica que estaba con Jungeun cuando la mató.— Lo siento. Perdió a su mejor amiga hace unas semanas, y también se llamaba Jungeun

—Tranquila, no pasa nada

Caminaron juntas por las calles hasta que se sentaron en un parque.

—Vi las noticias. Ojalá estés bien.— tomó su mano.

—Tranquila, lo estoy.— forzó una sonrisa.— Por un lado, me duele saber que mataron a mamá, pero por otro, la persona que lo hizo me hizo un favor

Este comentario le sorprendió a Sooyoung, quien por adentro sentía su corazón latir a mil.

—Si... tal vez...

Se miraron a los ojos. Algo en el corazón de la menor estaba creciendo, pero no estaba segura.

Mientras, en el de la contraria, intentaba descifrar que le estaba pasando.

—¡Jungeun! Mañana habrá una fiesta en el club "Why Not?", iré con Jinsoul, necesita despejarse. ¿Quieres venir?

La pelinegra dudó. Temía exponerse, pero no pudo resistirse ante esos ojos.

—Está bien, dime la hora y estaré allí

—¡Genial! Empieza a las 21:30. ¡Nos vemos mañana!

Se despidieron y cada una fue a su hogar. Al llegar, Yves se tumbó en la cama. Recordó la expresión llena de dolor de la rubia, y se sintió culpable.

"Jungeun, si estás por ahí y me ves, perdóname".

『Hired Gun』|| CHUUVES ✧Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon