epílogo

1K 189 97
                                    

Eran las 3:30 de la mañana y una mareada Jiwoo se levantó de su cama para ir a tomar un poco de agua. No recordaba que había pasado en la fiesta, solo que se había emborrachado para olvidarse de todo.

Subió a su habitación y se sentó a los pies de la cama. Su celular se iluminó y fue a tomarlo para ver las 19 llamadas de Jinsoul. Iba a llamarla devuelta cuando una llamada de Sooyoung apareció en la pantalla. Contestó sin dudar.

—¿Jungeun?

—Jiwoo, escúchame antentamente.— sintió la respiración agitada y nerviosismo al otro lado de la línea. La castaña se tensó al escuchar a su amiga de esa forma.

—¿Q-qué pasa Jungeun? ¿Está todo bien?

—No. No soy Jungeun

—¿Pero como que-?

—Me llamó Sooyoung. Ha Sooyoung para ser más específicos.— la respiración cada vez era más agitada y los pasos más fuerte. La menor sintió otros pasos que acompañaban a Yves.

—Jung- Sooyoung, ¿d-dónde estás?— su voz temblaba al no saber que estaba pasando.

—No quieres saberlo, me vienen a buscar

Los músculos de la contraria se tensaron y sus ojos se humedecieron.

—¿C-cómo que te buscan? Sooyoung, ¡¿quién te sigue?!

—Jiwoo, escucha con atención.— dijo, evadiendo la pregunta. Se dio la vuelta viendo como una multitud de hombres la seguían. Se adentró a un parque.— Soy Ha Sooyoung, mejor conocida como Yves, y me contrataron para matarte

Jiwoo abrió grande los ojos. Un par de lágrimas se le escaparon por los ojos.

—¿Q-qué?

—Soy una asesina a sueldo.— el mundo se le cayó encima a la castaña.— Me enviaron a matarte, pero no pude. No me resistí a tu dulce y sincera sonrisa, a tu adorable voz, a tus alegres ojos. No pude, no me lo permitiste. Y gracias a Dios o lo que sea que no pude, porque me habría perdido conocer a la mejor persona de este planeta

Las lágrimas no se contuvieron más y comenzó a llorar fuertemente. Sooyoung la escuchó, y se le escapó una lágrima también. Vio a su derecha y vio como una bala casi atraviesa su cabeza.

—¡Sooyoung! ¿¡qué fue eso!?

No contestó. Jiwoo volvió a escuchar el sonido de una bala.

—¿¡Sooyoung dónde estás?!

Estaba desesperada. No sabía que pasaba. No entendía, era mucho para procesar.

—Jiwoo, no pude matarte porque te amo, porque me gustas, porque todo de ti me enamoró. Porque eres un ángel que merece ser protegido, pero yo no puedo hacerlo. Y si, lo siento, pero yo maté a tu mamá y yo maté a Jimin. Lo siento

—N-no. Me hi-hiciste un favor...— no podía dejar de llorar. Sollozaba.— Sooyoung, yo también te amo, así que por favor dime dónde estás

Otra sonido de bala hizo a Jiwoo levantarse de su lugar, impaciente. Notó como los pasos eran más presentes.

Su respiración se agitó y sus manos no dejaban de temblar. La incertidumbre la estaba matando.

—Pase lo que pase, sin importar que te hagan creer, no les creas. Te envié un mensaje con una dirección. Ve hacia allá que dejé una cosa. Por favor, debe caer en las manos correctas y te ayudará a que nadie te lastime

—Soo-young, ¿qué p-pasará con-contigo?

Se escuchó pasos y disparos. La castaña se mordía las uñas.

『Hired Gun』|| CHUUVES ✧Where stories live. Discover now