Extra III.

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El silencio en la amplia casa era reconfortante, en el jardín varios conejos paseaban con tranquilidad, el interior del hogar tenía un sentimiento cálido a pesar de estar en completo silencio. O eso aparentaba.

Dentro de cuatro paredes y detrás de un hechizo silenciador se podían apreciar sonoros gemidos. El rostro rojo del joven demostraba lo complacido que estaba, lo único que podía hacer era apresar las sábanas y soportar todo lo que su pareja hacía con su cuerpo.

—¡La-Lan Zhan! ¡Espera, me vas a partir en dos!—se quejó mientras gemía y cerraba los ojos. —¡Ten compasión!

Lan WangJi arremetía sin piedad el cuerpo del de ojos grises, se adentraba hasta lo más profundo, con ahínco se dedicaba a profanar todo lo que estuviera a su alcance; sus manos conocían cada extensión de piel, la voz de Wei Ying sólo le provocaba para aumentar más su fuerza. Sabía que su pareja estaba a salvo a pesar de sus quejas, pues el cuerpo contrario respondía bien a cada estímulo.

—Ahh ya no, ya no puedo ¡Lan Zhan!

Wei Ying apretó con más fuerza las sábanas, como si pudiera sostener su vida con ello. Después de dos fuertes penetraciones terminó con correrse; pronto su vientre y el del Lan terminaron manchados de su esencia. Tenía su respiración errática y vista nublada, para el Lan era el mejor cuadro de la vida.

Lan WangJi esperó a que su pareja regresara a sus cinco sentidos para continuar. De forma lenta se inclinó para besar el cuello de Wei Ying y lamer sobre las marcas rojizas:—¿Te encuentras bien?—preguntó al notar cómo por fin WuXian parecía tomar consciencia.

Una sonrisa se posó en los labios de Wei Ying; su pecho aún subía y bajaba pesadamente, pero su rostro denotaba que estaba notablemente complacido. Con voz juguetona le contestó:—No, no estoy bien. ¿Cómo podría estar bien contigo y tu arma de sodomía?—de forma lasciva apretó su interior sobre el duro y caliente miembro del Lan.—Nunca te puedo saciar, siempre quieres someterme, todo el tiempo, día y noche. No entiendo cómo puedes seguir así de duro Lan Er-Gege, tu resistencia es de otro mundo, yo ya me he venido dos veces y tú sigues intacto. ¿Quieres que haga algo especial por ti? Debería chupar- Ahhh

Lan WangJi prefirió callar a su esposo antes que dijera más sinsentidos, con algo de brusquedad salió de su interior y giró el cuerpo más pequeño; con una mano presionó la espalda de Wei Ying, haciendo que su pecho quedara firmemente sobre el colchón, mientras tanto con la otra mano levantó la cadera de su pareja, dejando a su alcance la roja e hinchada entrada.

—¡Es-Espera! ¡No estoy listo, es muy pronto! ¡Dame tiempo!

Ignorando las palabras de su esposo el Lan se hundió de una sola estocada en la suave carne, provocando que la respiración de Wei Ying se cortara y las palabras se atascaran en su garganta. Con fuerza empezó a embestir, la sensación era tan placentera que no dudó en aplicar aún más fuerza. El Lan se inclinó y comenzó a dejar mordidas en la espalda de Wei Ying mientras empujaba sin cesar.

WuXian sentía el aliento del Lan rozar su hombro, en ese momento apenas si podía procesar las cosas, sólo se dedicaba a gemir alto y soltar algunas lágrimas por las abrumadoras sensaciones.

—Lan Zhan por favor ngh... detente—murmuró en voz baja.

El ritmo pareció ir en aumento, Wei Ying desistió en sus súplicas y resistió lo mejor que pudo. Sólo cuando sintió un líquido caliente inundarlo por dentro suspiró aliviado.

Apenas fue consciente de cómo el Lan lo tomaba en brazos para cambiar de posiciones. Ahora Lan WangJi estaba recostado con el lánguido cuerpo de WuXian sobre él. Por unos minutos ambos estuvieron en silencio, disfrutando del momento.

El Chico De RavenclawDonde viven las historias. Descúbrelo ahora