El Chico De Ravenclaw

Especto Patronum

Jiang Cheng estaba cansado de la mirada perdía de su hermano.

—WuXian ¿Quieres concentrarte?—frunció el ceño a ver que seguía siendo ignorado—¡Wei WuXian concéntrate!

Wei Ying por fin regresó en si, algo sobresaltado reaccionó—¡Te escucho, te escucho!

—Presta atención y deja de ser tan descuidado, de otra forma terminarás castigado igual que con la poción multijugos.

Wei Yign tembló al pensar cómo tuvo que recoger excremento de hipogrifo por un largo rato. Pero al recordar su compañero de castigo sonrió divertido.

Aunque su sonrisa volvió a desaparecer ya que desde ese día Lan Zhan parecía evitarle más.

—¿Por qué crees que Lan Zhan ya no quiere estar conmigo?—preguntó algo decaído el Gryffindor.

Jiang Cheng alzó una ceja—¿Alguna vez quiso estar contigo? Desde que recuerdo te evita y ahora más ya que por tu culpa tuvo su primer castigo. Sólo le causas problemas WuXian. Ahora termina este trabajo de una buena vez.

Wei Ying hojeó el libro un rato más pero le era imposible concentrarse, sólo sentía el disgusto de ya no poder pasar tanto tiempo con Lan Zhan. Apenas que habían empezado a llevarse mejor.

El de ojos grises se negaba a dejar su amistad con el Ravenclaw y haría lo que fuera por recuperar su poca confianza. Aunque realmente no sabía el por qué de su distanciamiento. No había hecho nada malo, o al menos no tan grave.

Tal vez sólo ocupaban volver a pasar tiempo juntos, pero necesitaba una manera de convencer al Lan.

¿Que podría hacer?

En eso una idea brillante le vino a la cabeza.

—Me tengo ir—dijo tomando sus cosas y empezando a correr.

—¡Wei WuXian aún no terminas, vuelve aquí de inmediato!

Pero Wei Ying ya se había ido.

En la sala común de Ravenclaw Lan WangJi acariciaba su conejo y miraba el listón bien arreglado que tenía puesto el pequeño animal peludo.

—WangJi... ¿Estás bien? Te noto inquieto—dijo Lan XiChen que tenía rato observado a su hermano.—¿Es sobre el joven WuXian?—Ante la pregunta el menor se tensó.—Entonces así es—el mayor sonrió por lo fácil que era leer a Lan WangJi, o al menos para él. Al principio no comprendía ese nuevo comportamiento, pero con el paso del tiempo supo que se debía al hiperactivo Gryffindor de ojos grises.

Lan WangJi no quería hablar del tema, ya que ni siquiera terminaba de entenderlo. Tenía días tratando de alejarse lo más que pudiera de Wei Ying, ya que algo dentro él se removía cada que miran al chico escandaloso. Siempre tuvo una extraña sensación al estar a su lado, pero ahora parecía aumentar y le era difícil disimular cada vez más. Le temía al hecho de no controlarse, no sabía de que podría ser capaz.

—No debes de tener miedo, si quieres convivir más con él hazlo—dijo XiChen. Estas reacciones ya no le eran desconocidas.—Hermano, pronto regresaremos para navidad, así que aprovecha antes de partir. Sabes que a mamá le gusta escuchar de tus aventuras con WuXian y supongo que este año esperará a que le cuentes algo nuevo. Estoy seguro que reirá mucho cuando le digas de tu primer castigo.

Las orejas de Lan WangJi se tiñeron levemente de rojo.

Su madre en cuanto supo que tenía un amigo lo atosigó de preguntas, incluso insistía que debía de llevarlo un día, ya que se escuchaba que era una persona muy interesante. A todo eso Lan WangJi siempre decía que luego.