Capítulo 62.- Las listas prohibidas

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Cuatro años después - Estudio de fotografía de Mina

Momo, Sana, Jihyo y Nayeon entraban al edificio de trabajo de Mina. Habían quedado con la rubia para almorzar.

- ¡Buenos días Joy! – saludaron a la asistente privada de la fotógrafa

- ¿Dónde está Mina? - Entre que tenía apetito y que de por sí ya es impaciente, la mayor de las japonesas estaba irritante.

- En su oficina, lleva horas hablando con Chaeyoung – señaló el lugar – Yo que ustedes entraría con cuidado – les advirtió

- ¿Sexo telefónico de nuevo? – Nayeon era la que preguntaba

- Eso no lo sé, aunque es probable – todos sabían que antes de entrar a una habitación con Mina o Chaeyoung había que hacerlo tapándose los cinco sentidos

- ¡NO SEÑOR! – Saltó Momo – Ningún sexo telefónico va a demorar mi almuerzo - apuró el paso hasta la puerta de la oficina de la artista – esa rubia hueca sexópata me va a que escuchar sea como sea – se ve que tenía mucha hambre

- ¡ESPERAME MOMORIN! – Sana no se iba a perder la posibilidad de agarrar a Mina con las manos en la masa

Momo no titubeo en abrir la puerta de un golpe – PERO QUE DEMONIOS – Esto es un Deja vu – la oficina de Mina estaba absolutamente llena de flores, ramos de rosas rojas en una esquina, ramos de lilas en otras. Calas, por un lado, margaritas por otro... Era como vivir dentro de la primavera misma. Pero las flores no estaban solas, había cajas de bombones apiladas, bolsas de Victoria Secret, vestidos de marca, etc.

- Shhhh – Mina la hizo callar tapando el auricular del teléfono. Cundo vio a sus amigas paradas en la puerta les hizo señas para que pasaran.

- Chaeyoung, cariño tengo que atender algo importante ¿Me llamas enseguida por favor? – Mina estaba usando su mejor voz de inocente.

- No me digas que lo volvió a hacer – Le preguntó Momo apenas la rubia cortó. Jihyo contaba los ramos de flores, Nayeon revisaba las bolsas de Victoria Secret que acompañ los ramos y Sana hacía el baile mariposa festejando la primavera - ¿Se desató otra vez la ira de la bestia? – siguió preguntando.

- Si, no quedó ni una prenda de ropa interior sana – les aseguró - En un momento de la noche, cuando pensé que se había dormido, me levanté para ponerme la parte de abajo cuando quise acordar la tenía respirándome en la espalda de nuevo. Agarró mi cajón de ropa interior y lo tiró por la ventana, literalmente – Les aseguró Mina sentada desde el su enorme escritorio – SI hubieran visto como me miraba el portero esta mañana – No fue fácil salir con la cabeza en alto del edificio - Gracias a Dios por los lentes negros – dijo

- ¿Cuántas veces Minara? Dímelo, no tengas piedad – Momo ya no se sorprendía de los registros que marcaba la bestia.

- Perdí la cuenta después de la novena vez que grite su nombre... Es más no creo que haya estado consciente cuando vinieron los otros orgasmos – Mina pudo ver como coordinadamente sus cuatro amigas giraron los ojos.

Un golpe en la puerta las sacó del asombro – Permiso – Joy entraba con una enorme caja en sus manos, varios hombres la seguían detrás de ella con más ramos y otros paquetes - Póngalos por allá – les señaló un espacio vació

- ¿Los chocolates también? – preguntó uno señalando su paquete

- De esos nos encargamos nosotras – con algo tenía que matar el hambre

- Creo que esté te lo dejo a ti – Joy dejó su caja arriba del escritorio – ¿Crees que van a seguir llegando muchos de estos? – le preguntó a su jefa

[ MICHAENG ]Cuando, donde y como el amor quiera | adaptaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora