Un gusto culposo

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Hay cosas que jamás se dicen, hay gustos que jamás se confiesan, los guardas para ti por miedo a la reacción de los demás. Siempre decimos que debería decirse la verdad, pero no somos sinceros ni siquiera con nosotros. ¿Serías capaz de desnudarte frente al mundo? ¿Cómo le explicas a alguien las cosas que te gustan sin que te miren con repulsión? La gente nos obliga a callar lo que sentimos y nosotros cedemos, somos tan débiles, tan mentirosos, tan acostumbrados a la calma, pero predispuestos siempre al caos.

Otra nota acerca del miedo y el rechazo...

Da miedo decirles a los otros lo que realmente sientes, pero más miedo te da descubrirte como alguien diferente. Cuesta aceptar que estás igual de predispuesta tanto para el bien como para el mal, pero no lo dices porque asusta decirle a los demás que vas descubriendo la vida y junto a ella, a ti. Es correcto amar el bien y que te guste todo lo que les gusta a los demás, pero está prohibido decir que algo fuera de lo común te fascina, los demás sólo entienden el dolor de lo que se supone que debe doler, no el dolor que te causan ciertas pérdidas o preocupaciones ajenas a las que ellos han experimentado.

Yo no podría, aunque quisiera, compartir mis secretos, y supongo que las personas se van de mi vida antes de que me de a conocer por completo. Incluso yo huyo de mí cada vez que descubro algo que no conocía, huyo de mí cuando descubro que tengo gusto por algo que mamá me pide que rechace. Tengo miedo a que descubran que no sé nada de la vida, tengo miedo que sepan que a mi edad aún creo en el amor, que creo en que las personas y que creo en mí, parece que lo correcto es la desconfianza, el mal, el engaño, la infidelidad y las mentiras.

En Nivelación tenía una relación muy estrecha con Carolina y Carlos, porque hablábamos de deberes y preguntaban cosas sobre cómo era vivir en el sur del país y cuáles eran los modismos que teníamos. Nuestras charlas jamás se dirigían a temas sexuales, jamás hablamos de eso y dudo que en algún momento lo hagamos.

Las personas se ríen cuando saben que tienes cierta edad y aún se te ponen rojas las mejillas y las orejas cuando tus amigos hablan de sex* o de lo bien que se siente un orgasmo, porque incomoda hablar de cosas que crees demasiado personales, sin embargo ves a personas hablando de cosas como eso sin ningún problema, te asustas. Entonces empiezas a experimentar cosas por la presión que sientes por no poder hablar de todo lo que para otros es un tema común.

Todos suponen que a cierta edad debes conocer ciertas cosas y que no debe darte miedo el miedo, ni la oscuridad, ni siquiera los sueños porque ya diferencias entre lo que es real y lo que no lo es. Entonces te da miedo admitir que aún te aterra la oscuridad y que tu cuerpo se estremece cuando alguien te besa, está prohibido decir que estás enamorada porque ya no eres una niña de doce años, que si no hablas de con cuántos chicos te has acostado eres una mojigata porque se supone que a esa edad ya debiste tener relaciones sexuales con tu pareja, con algún chico cualquiera o con un amigo en una fiesta. ¿Y qué pasa si no has experimentado lo que todo el mundo ha vivido? Quizá por es nunca salí a las reuniones con mis amigos de Nivelación, las personas siempre preguntan lo que les conviene saber. Las personas siempre quieren descubrir de qué pata cojeas para hacerte caer.

No culpo a mi madre por todas las veces en las que me prohibió ir a fiestas o me convenció de no salir con nadie porque seguro iba a embarazarme, no la culpo por alejarme del fuego y acomodarme a una distancia prudente. A veces siento que me he perdido de tantas cosas debido a eso y otras veces le agradezco por haberme protegido de esa manera. Siento verguenza de las cosas que hice, pero sé también que me debo una disculpa a mí. Las personas pueden decir cualquier cosa sin que esta implique una verdad, yo no lo sabía. Es cierto que yo no era una niña en ese entonces, pero antes de toparme con la vida real, para mí sólo existía el mundo que mamá quería mostrarme.

Cosas que no debería contarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora