Capítulo 10.

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Dando vueltas y vueltas sobre la desgastada alfombra de su habitación, Lisa mordisqueó su labio inferior mientras sostenía su mochila entre las manos. No había podido dormir muy bien debido a todo lo ocurrido el día anterior. Preguntas inundaban su mente y, de alguna forma, bloqueaban el sueño; al llegar a casa, Jisoo había intentado interrogarla, pero siendo tan esquiva como siempre, Lisa logró evadirla; el interrogatorio volvió al no poder dormir, sin embargo, tampoco se consiguió gran cosa, por lo que al final, Jisoo desistió y decidió dormir en el sofá hasta que Lisa "arreglara su mierda" o esas fueron sus palabras exactas.

Siendo lunes, Jennie le había llamado temprano para informarle que la sesión de fotos de ese día se haría en una piscina privada que había rentado con anticipación y le pasó la dirección temprano para que no tuviera problemas en llegar. Por supuesto, después de ofrecerse a pasar por ella y ser rechazada cortésmente.

No es que le diera tanta vergüenza que Jennie conociera su hogar —aunque debía admitir que era un poco así—, sino más bien por miedo a cómo fuera a reaccionar su hermana. Jisoo podía ser todo lo intelectual y culturizada que quisiera, pero cuando se enojaba parecía un demonio. Un escalofrío recorrió su espalda cuando recordó lo que sucedió la última vez.

En fin, después de ese desastroso recuerdo, volvió a los problemas por los que parecía quejarse su mente de forma repetida y suspiró.

—Dios... ¿qué voy a hacer? —susurró para sí misma.

Repentinamente, el sonido de la alarma que había programado para no olvidarse del trabajo sonó, avisándole que le quedaban menos de diez minutos para que el autobús pasara y se sorprendió.

Tomando su cámara y todo lo necesario, salió disparada por la puerta de su habitación, recordando que el autobús que debía tomar era otro y faltaba muy poco para que pasara.

—Maldita sea, ¿por qué me pasan estas cosas a mí? —se quejó en su camino a la planta baja, e iba tan distraída que no notó a su hermana subiendo las escaleras al mismo tiempo y casi logra hacer que cayera de espalda.

Si no fuera por los rápidos reflejos que poseía, probablemente su hermana habría sufrido alguna lesión.

—¡Jis! —chilló asustada, sosteniendo a su hermana por los hombros.

—Woah, tranquila. Más despacio, velocista. ¿A dónde vas con tanta prisa? Tu autobús no va a dejarte, siempre sales a la misma hora.

—Lo sé —dijo.

—¿Entonces? —su hermana levantó una ceja.

—E-es que no es el mismo autobús. Debo tomar otro.

—¿Otro? ¿Por qué? Ese es el que te lleva directo al trabajo.

—Hoy no. Tendremos una sesión de fotos en otra parte.

Jisoo frunció el ceño.

—¿Y por qué no me lo dijiste antes? Pude haberte levantado antes y así no tendrías problemas. Seguramente olvidaste configurar la alarma.

—Jennie me avisó recién.

La mujer de ojos color miel bufó, era de esperarse.

—¿Cómo es eso posible? ¿Qué se cree? ¿Piensa que dispone del tiempo de los demás?

—Ella no lo sabía, Jis. También le escribieron temprano para decirle que la otra persona había cancelado y podía usar el lugar por hoy... ¡P-pero no tengo tiempo para hablar! ¡Llegaré tarde!

—¡Espera! —antes de que pudiera salir corriendo, su hermana la tomó del brazo e impidió su huida.

—¿Qué sucede? ¡Voy tarde!

Soulmates┊ChaelisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora