"Roulette decisions" | • Yoonmin.

✨ Un chico sexy, otro cariñoso y fluff.

La fila para entrar al bar "Boogie Woogie" era extremadamente larga, casi abarcaba dos cuadras completas, y apesar de la exasperante espera, más personas se unían a la fila, con la esperanza de entrar pronto y así disfrutar la fría noche de un día viernes con algunos tragos.

Aquel bar era pequeño y acogedor, no tenía nada fuera de lo común, antes era un lugar muy poco frecuentado, hasta que una bailarina inició a presentarse en él y atrajo a muchas personas que quedaban atontados por su talento en el baile, tanto fue el éxito que creó en el bar, que terminó presentadose todos los viernes y fines de semanas. Muchos adoraban verla presentarse porque amaban lo linda y seductora que podía verse mientras bailaba.

Pero en tanto algunos hacían fila para poder verla, algunos otros sólo se bajaban de su lujosa camioneta y entraban al dichoso bar... Y sí, cuando se habla de "algunos", es nada más y nada menos que Min Yoongi. Era divertido, muchos pensaban que él solo iba para ver a aquella hermosa bailarina, pero estaban muy equivocados... no estaban ni cerca de saber cuál era su verdadero objetivo.

- Buenas noches, señor. - se escuchó decir del guardia que cuidaba el Bar y que ya conocía perfectamente a Yoongi. Hizo una reverencia y lo dejó pasar junto a sus guardaespaldas sin más - que disfrute su noche.

Muchos ya conocían la profesión de aquel hombre pálido, y era por eso, que no se atrevían a contradecirlo ni a molestarlo, simplemente lo miraban desde lejos y seguían con lo suyo.

Yoongi sabía que muchos ya lo conocían y estaban al tanto de que era uno de los mejores narcotraficantes de Corea del Sur; sin embargo, no le importaba para nada arriesgarse un poco sólo para ir a ver al amor de su vida, además de que ya tenían conocimiento de que si hablaban, lo más probable es que ya no serían vistos jamás.

Con la frente en alto, caminó con paso lento hasta la barra del lugar, se sentó en una de las pocas banquetas altas desocupadas y levantó su mano, esperando ser atendido al instante, y en la espera, se dedicó a escuchar con atención la canción que se reproducía en el lugar. El bartender se acercó a él esperando que pidiera su bebida, pero Yoongi sólo chasqueó su lengua y lo vio con desagrado y frialdad.

- No quiero verte a ti, sabes muy bien a quién quiero que me atienda.

- P-pero él está ocupado.

- Oye Min Hyuk, puedes irte. - le ordenó, tocando el hombro del chico para que se calmara y borrara aquel puchero que tenía en sus labios - encárgate de los demás clientes.

- Aquí está a quién buscaba. - exclamó, jugando con el anillo de oro que mantenía en su dedo anular.

- Claro, Yoongi. Siempre estaré para ti - le contestó, guiñandole el ojo y sonriéndole de manera seductora, gesto que cautivó a Yoongi - ¿qué tomarás hoy?

- Por ahora, solo quiero un vaso de Whisky Sour, no quiero tomar mucho.

- Como tú digas, cariño. - le respondió de inmediato, sacando de su bolsillo trasero una lolipop, quitando con facilidad la envoltura y adentrandola con una mirada juguetona a su boca.

Yoongi observó como Jimin se alejó y tomó una botella de whisky, para luego, volver ubicarse frente a él. Con su mirada fija en todos los movimientos del menor, se fijó como tomó cada ingrediente para iniciar a hacer su bebida y sonrió sutilmente cuando sus ojos viajaron hasta los labios del lindo peligris que se encontraban abultados por la paleta que estaba entre ellos. Su atención volvió a dirigirse a las manos de Jimin que tomaban una coctelera e introducía en él dos cubos de hielo para luego agregar el whisky que se encontraba en la botella, y posteriormente agregar los demás ingredientes en la coctelera. Con una rapidez sorprendente, Jimin cerró el recipiente y comenzó a agitar y girar la bebida. Y aunque pareciera una simple acción de un bartender, en Jimin se miraba diferente, los movimientos del chico eran sutiles y sensuales, sin apartar su vista de su cliente, con la misma sonrisa de siempre, una cálida, penetrante y sexy sonrisa que ponía nervioso a cualquiera.