El comienzo de un nuevo año escolar siempre es calmado en el territorio japonés. Mientras caen los pétalos de cerezo, los jóvenes disfrutan de nuevas experiencias, nuevos amigos y nuevos amores... ¿Qué podría salir mal?
✩⡱ Los personajes de Boku no...
Tsuyu parece amar su lengua puesto que siempre se encuentra exhibiéndola, incluso en los momentos menos adecuados. Según su carpeta de informes médicos, las muecas que la hacen mover aquel músculo hacia el exterior de su cavidad oral son provocados por el TrastornoInvoluntarioCompulsivo.
Qué lástima.
Gracias a su informante —y después de varios intercambios de material— pudo descubrir la rutina de su rival, conocimiento que le facilitó la captura de la misma joven, a la cual, actualmente, mantiene atada en una silla al interior del gimnasio de la academia U.A. Tiene muchísimas ganas de comenzar a torturar a Asui, pero se contiene ya que no tiene gracia hacerlo mientras ella se encuentra inconsciente, quiereoírlasufrir porque sólo así el acosador considerará la idea de perdonar a su víctima por involucrarse con su objetivo.
Aproximadamente a las cinco con doce de la tarde la estudiante de cabello verdoso recupera la consciencia, despertando de su sueño inducido sólo para experimentar una nueva pesadilla en la cual hay nulo escape. No puede ver a la persona que la ha secuestrado ya que sus ojos se encuentran cubiertos por una gruesa tela que bloquea su sentido de la vista, no obstante, es capaz de oír varios instrumentos metálicos ser depositados sobre una mesa cercana.
-Mi querida Tsuyu Asui, hoy vamos a jugar al dentista- canturrea, observando la tensa reacción de su víctima en el momento en que introduce un retractor de mejillas en su cavidad oral. -No pude conseguir anestesia, pero te prometo que tendré mucho cuidado-
Sus acciones contradicen sus palabras puesto que atrapa la lengua de Tsuyu con unas pinzas que presiona con fuerza, apretando el músculo oral de la estudiante hasta que lo hace sangrar. El siguiente instrumental a utilizar es un bisturí con un montaje N°10 que realiza una precisa primera incisión horizontal en el órgano muscular, provocando que la venda de Asui se humedezca debido a las lágrimas provocadas por el dolor causado por el corte.
Con paciencia rompe poco a poco las capas que componen la lengua, provocando que su víctima deje escapar varios gritos balbuceantes que no hacen más que enfurecerle, sentimiento que influye en su repentino cambio de planes. Sin importarle dañar la mucosa, realiza nuevas incisiones rápidas que rompen todas las conexiones existentes entre el músculo y la boca, logrando así arrancar un setenta por ciento de aquel molesto órgano que a Shoto parecía hacerle gracia.
-Han pasado años desde la última vez que tuve que diseccionar a una rana- añade, guardando el trozo de lengua sanguinolento al interior de una bolsa de plástico. -Lastimar animales no es lo mío, pero esta es la primera vez que tengo ganas de sacarle los órganos a un asqueroso anfibio-
Tsuyu se está ahogando con su propia sangre, no obstante, el acosador hace caso omiso a su alterada respiración y decide continuar con el procedimiento que estableció con anterioridad. Con la ayuda de unas tijeras corta la tela de las vestimentas de su víctima, dejando expuesto su torso, especialmente la zona del pecho, lugar en el que apoya la hoja de bisturí para hacer una profunda incisión. Los movimientos que hace la joven para intentar liberarse sólo aumentan el dolor de cada herida en su cuerpo y facilitan el desangramiento cuando sus órganos comienzan a ser retirados.
-¿Oh? ¿Te moriste?- inquiere con fingida inocencia, incorporándose para golpear las mejillas de Asui, sin embargo, en su mano derecha se encuentra el aún palpitante corazón de la estudiante. -Que pena, sólo espero que me den una buena cantidad de dinero por tus órganos-
Con una gran sonrisa guarda los diversos tejidos en cajas de bentō, objetos que luego son depositados al interior de su bolso escolar. Un gran sentimiento de satisfacción por sus acciones se apodera de su ser cuando se voltea a observar su nueva obra de arte y su corazón late con emoción al imaginar las caras que pondrán las personas que encuentren el diseccionado cadáver de Tsuyu.
«Ahora Shotosólotendráojosparamí»
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