*•.❥ S I X T E E N

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Shoto se encuentra a diez minutos de la academia, sin embargo, aún le quedan veinticinco minutos para su reunión con la persona que ha estado acosándolo durante las últimas semanas, por ende, se siente inquieto y nervioso. ¿Cómo debe reaccionar cuando le vea frente a frente? ¿Debería sentirse asustado y ponerse a la defensiva? ¿Quizás actuar confundido?

¿O tal vez... Feliz...?

A medida que se acerca a su institución, el nudo que se ha instalado en su estómago se hace más grande, por lo que se ve obligado a hacer una parada en un parque cercano para así intentar calmar sus nervios. Por el rabillo del ojo puede distinguir una máquina expendedora de bebidas a la cual prosigue a acercarse pensando en que tal vez una botella de té helado le ayudará a relajarse. Sus temblorosas manos guían las monedas hacia la ranura designada, no obstante, sus últimos diez yenes resbalan de sus dedos, cayendo al suelo y alejándose de su punto de partida, sólo deteniéndose cuando chocan contra las rojas zapatillas de otra persona.

-Aquí tienes- Shoto levanta la mirada para agradecer y recibir su dinero, sin embargo, su única reacción es ruborizarse hasta las orejas. -¿Estás bien, Todoroki?-
-S-Sí...- balbucea. Midoriya está frente a él y lo único en lo que Todoroki puede pensar es en como comportarse para no exponer su "pequeño sucio secreto". -¿Vas a la academia?-
-¿A dónde más iría?- bromea, introduciendo la moneda en la máquina. -¿Quieres que te llevemos?- inquiere mientras señala el auto blanco que se encuentra estacionado a unos cuantos metros. -O podemos caminar juntos si así lo quieres...- sugiere, jugando con sus dedos.

Shoto le dedica una pequeña sonrisa. La calidez que emite su rizado amigo es suficiente para esfumar el temor que carcome sus pensamientos. No necesita palabras para comunicarle su respuesta, así que Midoriya trota en dirección al vehículo de sus padres para despedirse de ambos, sin embargo, estos le retienen por alrededor de cinco minutos para recalcarle que tenga cuidado al transitar por las calles poco concurridas y que, de ser posible, siempre esté acompañado. Finalmente, después de dos besos en cada mejilla por parte de Inko y un apretado abrazo de Toshinori, Izuku es libre de reunirse nuevamente con Todoroki.

-Te compré un zumo- habla, extendiendo la botella en dirección al pecoso.
-Gra...- una pequeña risa escapa de sus labios al observar la colorida etiqueta del envase. -Gracias- la yema de sus dedos acaricia la imagen de All Might que envuelve el plástico. -Cuando era un niño adoraba ver al personaje de mi papá en todas las mercancías, debo admitir que ahora es un poquito vergonzoso-
-Yo creo que tu papá es genial- asegura tras beber un largo sorbo de té. -Es mejor tener un padre amado en el ámbito artístico que tener un viejo que sólo habla de política-

Midoriya esboza una mueca ladeada que trata de asemejarse a una sonrisa, no obstante, es esta misma expresión la que delata su estado anímico frente a Todoroki, quién de inmediato nota que algo anda mal, como si su amigo tuviese un interruptor de felicidad que ha sido apagado repentinamente, dejándolo como una muñeca sin emociones. Por la imaginación de Shoto pasan cientos de escenarios terribles en los que Izuku termina perjudicado, pero contrario a sus pensamientos, el joven de pecas rompe el eterno silencio que se ha formado entre ambos con una inesperada confesión.

-Mis padres quieren cambiarme de academia...- suelta, pateando una pequeña piedra. -Están preocupados de que algo vaya a ocurrirme si me quedo, de hecho, hoy decidieron venir conmigo para hablar con el director-
-¿Dónde te irás?- pregunta, mirándolo con leve melancolía, pero también con alivio. Izuku estará seguro fuera de la U.A.
-No lo sé... Lejos- responde vagamente mientras acomoda su mochila para continuar con su trayecto a la academia. -Estoy asustado, pero no quiero cambiarme, aún tengo muchos motivos para quedarme-

O b s e s s i v e 「Yandere!Tododeku AU」Where stories live. Discover now