Harry Potter y el trineo de Venus

Parte 5: Los invasores

Después de media hora de pedir indicaciones, recibir insultos y burlas y perderse en lugares raros, Harry finalmente llegó a la sala del trono, donde Draco se encontraba vistiendo la armadura tradicional de su casa, lo que significaba, probablemente, que se encontraba en modo serio; bailando al más puro estilo ochentero, dos fuentes de luz le apuntaban desde lo alto, al voltear, vio que dos elfos le apuntaban con reflectores que se encontraban bajo los candelabros; el lugar estaba lleno de elfos que aplaudían al ritmo de la música, de forma completamente simétrica y perfecta; y lo más importante, la música era tocada en vivo, un grupo de elfos con instrumentos, todos vestidos igual que Draco, pero eso no era lo que más llamó su atención, sino que la única mujer elfo que Harry había visto hasta el momento era quien daba voz a la canción. Que se llamaba 'I Will Survive' de acuerdo a una gran pantalla situada detrás del conjunto musical.

Al sentir que estaba presenciando un evento de una vez en la vida, comenzó a aplaudir junto con los duendes hasta que la canción terminó. Luego de eso, un duende notó a Harry, le hablo al oído al que tenía al lado el cual hizo lo mismo. La ola de murmullos se esparció como una enfermedad respiratoria, alcanzando a todos en cuestión de segundos. Todos se quedaron callados, mirando a Potter. Eran al menos cien de ellos, llenando la sala.

Draco, comenzó a caminar hacia él, Harry notó que, en efecto, se encontraba en su famoso modo serio, de verdad quería asesinar al alíen, o a Potter, a juzgar por su mirada.

"¿Dónde carajo estabas? Y ¿por qué no estás preparado para combatir?" gritó cada una de sus preguntas al estar a un metro de él.

"Estaba perdido" una ola de risas invadió la habitación, Harry hizo lo mejor que pudo para ignorarlos "Lockhart me dijo que me dirigiera a la sala del trono, ni siquiera me dejó prepararme. Él se fue a las alcantarillas, dijo que quería cubrir la entrada subterránea cómo dijo que se lo ordenó Santa".

"hmmm... eres un mierdecilla, Potter" declaró Draco. Antes de que Harry pudiera reaccionar, su rival lo tomó del hombro y lo lanzó al centro del escenario, justo donde bailaba hace un momento "Veamos, de que estás hecho" lo retó, sacando su barita mágica y apuntándola hacia el rajado elegido.

Conforme Draco se acercaba a la arena, los elfos aplaudían y ovacionaban al rubio presumido, otros abucheaban a Potter, claramente habían elegido un bando. La banda tocó nuevamente, era una canción llamada 'Burning Heart'; también apareció una coreografía de elfos musculados que Harry juraba no existían hasta hace unos minutos. En el público se llevaba a cabo otra coreografía, varias elfas porristas gritando el nombre de Draco Malfoy y apoyándolo moralmente. Potter no tenía idea de cómo reaccionar, miraba en todas direcciones y le resultaba cada vez más raro; y más raro era que su enemigo mortal actuara tan normal en este ambiente, el cual debería de ser igual de extraño para él.

La preocupación no le duró mucho, ya que un fuerte golpe en la puerta ahogó todo el alboroto, a excepción de los elfos músicos, quienes no se inmutaron ni por un segundo. Todo se quedó en silenció más rápido que cuando notaron a Harry hace un par de minutos. Otro golpe, los duendes comenzaron a murmurar entre ellos, Draco se veía consternado, mirando la puerta fijamente. Otro golpe, las chicas fueron sacadas de la sala, los hombres de pronto tenían uniformes militares, pero el mismo gorrito navideño; Draco levantó del suelo a Potter tomándolo de la túnica, ambos apuntaron sus baritas hacia la puerta.

Y de pronto, un grito estridente, agonía pura, todos miraron alarmados en dirección al atroz alarido. Un elfo con la piel totalmente blanca yacía muerto en el suelo, sus ojos y boca totalmente abiertos, cada vena completamente visible. Otro golpe, y la puerta estaba rota, dejando al frío invierno exterior helar los interiores del castillo. Ni siquiera esto detuvo a la banda de duendes, ellos ahora tocaban 'The Miraculous Mandarin'. Otro grito, otro elfo muerto, esa sucesión de eventos se dio por trece minutos seguidos, hasta que algo cambió, podían sentir algo que llenaba el aire, una sensación negativa que ponía a los diez elfos restantes en estado de alerta.