|15| Hacerse Notar

151 18 0
                                    

Multimedia: Breathin (Ariana Grande)

—No estoy entendiendo nada, Toredo. Si no entiendo, no puedo solo irme y abandonar a Presley; en el introductorio dijiste que no se abandona a la carga, ¿estás contradiciéndote a ti mismo?

Él aparta parte de algunos mechones de su oscuro cabello de delante de las orejas, detrás de ellas. Es bastante expresivo con sus emociones de un modo poco común, incluso intentan hacerlo ver tranquilo, pero no se suele tocar el área entre la cabellera, el rostro y cuello, solo si no sabe qué hacer, lo que es raro también, ¿cuándo le noté no saber qué hacer? Podría hacerme gracia si no estuviese preocupada de verlo a altas horas en otra ciudad.

—¿Por qué no puedes solo acatar una orden, caprichosa? —acaba preguntando, retoricamente.

—Nunca ordenaste, solo hablaste más rápido que Presley cuando está nerviosa y parloteaste de lo ocupado que estabas y que ahora empeoró. ¿Yo qué hago con tus ocupaciones?

—A ella la cuida Elias; tú, ven conmigo.

Antes de que tomara mi brazo me escabullí a un costado y del tiro acabó entrando a mi habitación. Se quedó flotando, asumiendo lo que hice y dio vuelta a su cabeza para tenerme a sus espaldas. Sonrió de un modo que no me gustaba, fraguando planes astutos. Comencé a negar con mi dedo.

Él dice, más como si no le hice la cobra y como si no está enojándose por mi negativa a seguirle el juego:

—No tengo tiempo para darte explicaciones.

—Ja —dije de forma aguda y le seguí negando, acompañando a mi cabeza—, pero sí tienes tiempo de quejarte del clima, de los que te obligan a viajar y de un centenar de cosas, ¿quién es caprichoso ahora, mmm?

Lanza un suspiro agarrotado y cansón.

—Hubo un problema en el desfile al que asistieron y varios de los custodios eran de la agencia. Tu fuiste uno de los pocos que están bien, pero otros desaparecieron y dos están heridos por un ornamento de gran peso. No faltará mucho tiempo para que te pidan ir a declarar pero antes necesito que vengas conmigo y me expliques qué pasó.

Le miro confundida y frustrada.

No hay tiempo que perder.

—Dame un minuto para cambiarme.

Consigo estar lista antes de que transcurra ese minuto y camino a paso veloz junto a Eliseo. No sé exactamente a dónde nos dirigimos pero le sigo, no puedo hacer otra cosa. Me preocupa que haya estado dormida mientras pasan cosas graves y que el único que se dignó a decírmelo en realidad no habla más de lo debido, como debería hacer si es así de grave como dice que es. Estamos frente a los ascensores y aun seguía mirando derecho, recto de espaldas y con los brazos a los costados en un ademán relajado, aunque sé que no lo está.

—Eliseo, ¿qué es? —pregunto no aguantando la indeterminación—. ¿Por qué tienes que ser tan tenebroso?

—Los atentados con mis empleados son suficiente motivo para no querer hablar.

—¿Cuáles atentados? —instigo alzando la voz, más preocupada que antes. Saco mi celular y le marco a Presley—. Eres fastidioso —murmuro por lo bajo. No pasan dos tonos cuando oigo la voz de mi amiga—. ¿Estás bien?

Sí. Debes estar con Eliseo —asume—, ¿te contó? Todo es muy rebuscado. La policía apenas entiende y ahora los gemelos se la dan de Sherlock's.

—No, el señor me lo guardo todo para mí mismo no me ha explicado.

Creen que hubo un robo y salieron varios heridos, pero es casi imposible que se den ese tipo de robos si no hay alguien dentro que los manipule. He ido a suficientes desfiles para estar segura de lo que te digo.

¿Sí te queda?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora