Moonlight 🌙

•27

Betty:

Regla 1: No tienen que estar tras de mí todo el tiempo. Por lo que si tanto quieren saber sobre mi, deberán comprar un móvil y mandar mensajes o llamar si es necesario.

Regla 2: Respeto a mi privacidad. No pueden aparecer como si nada en mi habitación o en mi casa. Si quieren llegar, deben ser como las personas normales. Tocar la puerta o el timbre.

Regla 3: De ahora en adelante, cada movimiento que hagan, si me incluye, deben consultarme. Antes de tomar una decisión, deben contarme sus planes y solo si yo estoy de acuerdo se harán.

Regla 4: Si se me ocurre alguna otra regla, puedo incluirla en el momento que lo desee y ustedes deberán aceptarlo.

— Estas siendo un poco dura. — se queja Jughead leyendo nuevamente la hoja donde he apuntado las reglas.

— ¿A que te refieres? Estoy siendo más linda que nunca. — le arrebato la hoja para firmarla.

Luego me dirijo al refrigerador, donde con ayuda de un imán lo sostengo.

—Listo, — sonrío. — cada vez que quieran algo de comer, podrán repasar la lista.

— Ja' Jughead es quien más come. — Se burla Billy.

Jughead le da una mala mirada. 

— Me siento mucho más fuerte. — Archie se acerca a la ventana donde hace crecer un poco las ramas de un árbol.

—No es para menos. — sonríe Kevin. — Betty ha dado una buena cantidad de energía esta noche.

Sonrío orgullosa de mi misma.

—Sí, es más aún me queda suficiente energía. — señala Archie.

—¿Suficiente para volver al Reino?— pregunta Billy.

— Me explican la parte de "El reino"— pido yendo a sentarme al sofá.

Ellos me siguen y toman asiento frente a mi.

— Nuestro hogar  — sonríe Kevin. — Es tu reino.

— Y... ¿Dónde está eso?— alzo las cejas. —¿En la luna?

— Por así decirlo. — asiente Archie.

— ¿Puedo conocerlo?— pregunto curiosa.

— Hasta que obtengas todo tu poder podrás hacer el viaje. — informa Jughead. — Los seres humanos no pueden hacer tal cosa.

Asiento. — Claro.

— Pero no te preocupes. — niega Kevin. — Es cuestión de tiempo. Ahora has mejorado mucho en lo que respecta a tus poderes. En lo que menos lo pienses, tendrás todo y conocerás tu palacio. 

─ Y para poder hacer eso, nos tienes a nosotros. ─ Billy aparece a mi lado y rodea mis hombros con su brazo. ─ Al menos yo, me encargaré de ayudarte en lo que pueda para despertar ese maravilloso ser divino que llevas dentro. ─ sonríe. 

─ Muchas gracias, Billy. ─ asiento. 

Jughead me extiende la mano. ─ Tus padres llegaron a tu casa. ─ avisa. 

Alzo una ceja al no entender su comportamiento. 

─ No creo que te parezca mucho la idea de que te vean saliendo de nuestra casa ¿o si?─ alza una de sus cejas. 

Suelto un suspiro al entender el punto. Tomo su mano. ─ Buenas noches, chicos. ─ me despido con una sonrisa. 

─ Descansa, princesa. ─ se despiden todos.