Capítulo Cuatro. ❝ Conoces las reglas. ❞

325 57 112
                                    

Cuatro años antes

Oops! Bu görüntü içerik kurallarımıza uymuyor. Yayımlamaya devam etmek için görüntüyü kaldırmayı ya da başka bir görüntü yüklemeyi deneyin.

Cuatro años antes.

—Esto es grandioso. —Me cruce de brazos, hablando con la ironía más grande que podía salir de mi boca. —Se supone que son vacaciones, debería de estar en una playa disfrutando del sol. No en un estúpido campo militar, ¡Hasta incluso aceptaría la invitación del idiota de nuestro primo, antes de seguir un segundo más aquí!

—Deja de quejarte, da las gracias de que nuestro padre te dejo estudiar historia. —Fargan me golpeo levemente en la cabeza, mientras negaba sutilmente con la cabeza. —Solo serán dos meses, tener un poco de condición física no te hará daño, renacuajo.

Quizás Fargan tenía razón, pero eso no quitaría el hecho de que me quejara en todo el trayecto hasta la explanada en donde comenzaría mi desgracia. Parece que nadie comprende que por algo no fui a la academia militar desde un principio, me aburría el solo pensar que debía de hacer algún tipo de servicio militar para mi nación.

Pero como un príncipe debía de obedecer sin relinchar, así que mi padre no tardo en mandarme al pelotón que está siendo entrenado por el teniente David De Luque, ahora tenía que soportar al insoportable de mi hermano, bendita suerte la mía.

—Fargan tiene razón, Raúl. Un poco de ejercicio no viene mal a nadie, además de que deberías de aprovechar para convivir más con tu hermano. Vas a entrar a la universidad y ya no tendrás mucho tiempo para hablar con él. —Guillermo me vio con una de sus típicas sonrisas.

El albino era el mejor amigo de mi segundo hermano mayor, con su característico cabello blanco y sus pequeños ojos negros, me era muy fácil poder distinguirlo entre las demás personas. Guillermo Díaz era hijo de un coronel demasiado importante, se podría decir que era mano derecha de mi padre y de mi tío Jorge III.

Como si fuera una clase de destino, Guillermo y Fargan comenzaron con la invisible tradición de seguir los pasos de los mayores.

—Quita esa expresión en tu rostro, hermanito. Luego tendrás arrugas y nadie te va a querer por feo. —Fargan me vio con una sonrisa divertida, pasando su dedo por mi expresión de enojo, tratando de suavizarla.

— ¡Quítate! —Quité su mano tan rápido como sentí su tacto. —Lo peor es que voy a tener que aguantarlos dos meses, como quisiera que Perxita estuviera aquí. —Iba a extrañar a mi mejor amigo en estas semanas.

— ¿Por qué no lo invitaste? Al menos así tendrías a alguien para no aburriste. —El pelinegro me pregunto, moviendo un poco su cabeza.

—Tenía cosas mucho más importantes que hacer. —Me limite a responder, sonando desinteresado.

En realidad, no solo le había dicho a Perxita que me acompañara, sino, que me puse de rodillas para implorarle que no me dejara solo junto a ese dúo de inadaptados. Pero mi amigo solamente negó a mis peticiones.

Memories of wolves |Luzuplay|Hikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin